MXPA05000505A - Efecto sinergetico de la dieta y la interaccion humana en el comportamiento de perros. - Google Patents

Efecto sinergetico de la dieta y la interaccion humana en el comportamiento de perros.

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Abstract

Se expone un metodo para moderar el comportamiento de un perro que vive en un albergue para animales, en donde al perro se le administra una dieta de alta calidad y en donde al perro opcionalmente se le brinda la interaccion periodica con un humano.

Description

EFECTO SINERGETICO DE LA DIETA Y LA INTERACCION HUMANA EN EL COMPORTAMIENTO DE PERROS CAMPO DE LA INVENCION La presente invención se relaciona con métodos para moderar el comportamiento de un perro que vive en un albergue para animales, en donde se alimenta al perro con una dieta de alta calidad y opcionalmente se le brinda la interacción periódica con un humano.
ANTECEDENTES DE LA INVENCION Cada año en los Estados Unidos millones de perros se confinan en albergues para animales públicos y privados (Moulton y col., J. Am. Vet. Med. Assoc. (Diario de la Asociación Médica Veterinaria de los Estados Unidos), Vol. 198, págs. 1172-1176 (1991)). Es frecuente que los perros lleguen al albergue en mal estado físico debido a lesiones, enfermedad o desnutrición. Los albergues para animales (incluidos los albergues de rescate) brindan un valioso servicio al alojar animales callejeros, sueltos, descuidados y maltratados y al brindar una oportunidad para su posterior adopción. Incluso los albergues modernos y bien organizados tienen animales sometidos a un conjunto de factores estresantes adicional, entre los que se incluyen confinamiento, novedad, separación de las figuras con las que existe un vínculo y por lo general un entorno impredecible e incontrolable. La evidencia neuroendocrina da soporte a la idea que el entorno del albergue es estresante: Se encontró que los perros que ingresan a un albergue público exhiben activación prolongada del eje adreno-pituitaria-hipotalámico sensible al estrés (Hennessy y col., Phvsiol. Behav. (Comportamiento fisiológico)., Vol. 62, págs. 485-490 (1997)). La experiencia de los perros en un albergue es motivo de interés, no sólo en términos del bienestar del animal sino también de sus efectos potenciales sobre el comportamiento del perro y por lo tanto sobre la posibilidad de lograr una adopción. El confinamiento en jaulas se ha asociado desde hace tiempo con el desarrollo de estereotipos de comportamiento en perros y otras especies (Fox, Lab. Anim. Care (Cuidado del animal de laboratorio), Vol. 15, págs. 363-370 (1965); Luescher y col., Ad. Companion Animal Behavior (Comportamiento del animal de compañía). Vet. Clin. North Am. Small Anim. Pract. (Práctica en clínicas veterinarias con animales pequeños en Norteamérica), Vol. 21 , págs. 401-413 (1991); Mertens and Unshelm. Anthroz. Vols. 9, págs. 40-50 (1996); Thompson y col., Science. Vol. 123, pág. 939 (1956)). De este modo, la exposición en un albergue puede reducir el bienestar inmediato del perro y también puede afectar la probabilidad de lograr una adopción. El gran número de perros sometidos a eutanasia en los albergues para animales (Moulton y col., J. Am. Vet. Med. Assoc. (Diario de la Asociación Médica Veterinaria de los Estados Unidos), Vol. 198, 1172-1176 (1991)) y el frecuente fracaso de los perros de albergue para adaptarse a hogares adoptivos (Patronek y col., J. Am. Vet. Med. Assn. (Diario de la Asociación Médica Veterinaria de los Estados Unidos) Vols. 209, págs. 572-581 (1996); Pet food regulations (Regulaciones en el alimento para mascotas); In AAFCO publicación oficial de la Association of American Feed Control Officials (Asociación de oficiales del control de alimentación de los Estados Unidos) (1999); Salman y col., J. Appl. Anim. Wel. Sci., Vol. 1 , págs. 207-226 (1998)) hacen que el bienestar y el entrenamiento conductual de los perros de albergue sea una importante consideración. Corregir las agudas deficiencias nutricionales de los perros admitidos en albergues es una consideración importante al buscar su bienestar. Es poco claro si las manipulaciones nutricionales de dietas que cumplen los estándares mínimos, brindarían beneficios adicionales. Se piensa que la actividad emocional y el comportamiento de los perros están influenciados por el contenido específico de su alimento, aunque al parecer hay poco consenso sobre la naturaleza de esta influencia. Se ha sugerido que el incremento en la proporción de proteína dietética puede calmar a los perros excitables y mejorar el comportamiento en circunstancias estresantes (Bailarín!, J. Small Anim. Prac. Vols. 31 , págs. 523-532 (1990); Campbell, Behavior Problems in Doqs (Problemas de comportamiento en perros) (Second Ed.), American Veterinary Publications (Publicaciones de los Estados Unidos en Veterinaria ), Inc. (1992)). Por el contrario, recientes estudios han sugerido que existe una relación entre las dietas de alto contenido de proteínas y la agresión en algunos perros (Dodman y col., J. Am. Vet. Med. Assoc Vol. 208, págs. 376-379 (1996); DeNapoli y col., J. Am. Vet. Med. Assoc Vol. 217, págs. 504-508 (2000)). Se sabe que los factores estresantes comunes en los albergues para animales activan los sistemas de estrés fisiológicos, en particular el eje adreno-pituitaria-hipotalámico (HPA) en roedores y otros animales, incluidos los perros (Beerda y col., App. Anim. Behav. Sci.. Vol. 58, págs. 365-381 (1997); Coover y col., P vsiol. Behav., Vol. 6, págs. 261-263 (1971 ); De Boer, Phvsiol. Behav.. Vol. 45, págs. 789-795 (1989); Friedman y col., Neuroendocrinol.. Vol. 2, págs. 209-212 (1967); Hanson y col., Behav. Biol., Vol. 16, págs. 333-340 (1976); Hennessy, Neurosci. Biobehav. Rev.. Vol. 21 , págs. 11-29 (1997); Muir and Pfister, Phvsiol. Behav.. Vol. 37, págs. 285-288 (1986); Tuber y col., J. Comp. Psvchol.. Vol. 110, págs. 103-108 (1996)). Se ha demostrado que los perros, en un albergue para animales público, durante los primeros tres días de su confinamiento presentan niveles plasmáticos de cortisol mayores a los de los perros que han habitado en el albergue durante un periodo de tiempo más prolongado o que los perros mascota que viven en el hogar de sus dueños (Hennessy y col., Phvsiol. Behav. Vol. 62, págs. 485-490 (1997)). Lo que se necesita son métodos para disminuir el estrés de los animales que viven en albergues. Por otra parte, se necesitan métodos para aumentar las tasas de adopción exitosa y aumentar el bienestar de los animales que viven en albergues. También se necesitan métodos para disminuir los niveles de las hormonas del estrés en perros y métodos para moderar el comportamiento ansioso de los mismos.
BREVE DESCRIPCION DE LA INVENCION La presente invención aporta métodos para moderar el comportamiento de un perro que vive en un albergue para animales, en donde se alimenta al perro con una dieta de alta calidad y en donde opcionalmente se le brinda la interacción periódica con un humano. La presente invención también aporta métodos para disminuir la ansiedad en un perro, en donde se alimenta al perro con una dieta de alta calidad y en donde opcionalmente se le brinda la interacción periódica con un humano. La presente invención también aporta métodos para aumentar el bienestar de un perro que vive en un albergue para animales, en donde se alimenta al perro con una dieta de alta calidad y en donde opcionalmente se le brinda la interacción periódica con un humano. La presente invención también aporta métodos para aumentar la tasa de adopción exitosa de un perro procedente de un albergue para animales, en donde se alimenta al perro con una dieta de alta calidad y en donde opcionalmente se le brinda la interacción periódica con un humano. Por otra parte, la presente invención también aporta métodos para disminuir los niveles de ACTH en un perro, en donde se alimenta al perro con una dieta de alta calidad y en donde opcionalmente se le brinda la interacción periódica con un humano. La presente invención también aporta métodos para mejorar la adaptación de un perro a un albergue para animales, en donde se alimenta al perro con una dieta de alta calidad, de tal forma que sus niveles de ACTH son menores que los niveles de ACTH de un perro al que no se alimenta con una dieta de alta calidad. La presente invención también aporta métodos para disminuir los niveles de HPA en un perro, en donde se alimenta al perro con una dieta de alta calidad y en donde opcionalmente se le brinda la interacción periódica con un humano. La presente invención también aporta los métodos para disminuir los niveles de cortisol en un perro, en donde se alimenta al perro con una dieta de alta calidad y en donde opcionalmente se le brinda la interacción periódica con un humano. La presente invención también aporta los métodos para disminuir los niveles de cortisol en un perro, en donde se permite al perro la interacción periódica con un humano, de manera que sus niveles de cortisol sean menores que los niveles de cortisol de un perro al que no se le permite la interacción periódica con un humano. La presente invención también aporta métodos para moderar el comportamiento de un perro que vive en un albergue para animales, en donde se alimenta al perro con una dieta de alta calidad, en donde la dieta contiene una cantidad elevada de DHA y EPA y en donde al perro se le brinda la interacción periódica con un humano.
BREVE DESCRIPCION DE LAS FIGURAS Figura 1. Porcentaje diario medio de la dieta de comparación (Dieta A) y la dieta "premium" (Dieta B) consumida por los perros durante el periodo de intervención de 8 semanas. Figura 2. Peso corporal medio de los perros alimentados con las dos dietas experimentales un día antes del inicio del período de intervención (Día 5) y el último día del período de intervención (Día 61). Las líneas verticales indican los errores estándar de las medias. Los perros alimentados con la dieta "premium" (Dieta B) aumentaron de peso durante el período de intervención (p < 0.01), pero no los perros alimentados con la dieta de comparación (dieta A). Figura 3. Diferencia de puntuaciones media (post-prueba - pre-prueba) para los efectos significativos en la batería de pruebas de comportamiento. Las líneas verticales representan los errores estándar de las medias: (A) Cruce de líneas durante la fase 4, * p < 0.05 en comparación con la dieta A; (B) Total de intentos de escape, * p < 0.05 en comparación con la dieta A, Estancia. Figura 4. Diferencia de puntuaciones media (post-prueba - pre-prueba) para los efectos significativos en la Prueba de respuesta a extraños. Las líneas verticales representan los errores estándar de las medias: (A) jadeo en segundos, *p < 0.05 en comparación con la dieta B, Sin Estancia; (B) número de bostezos; (C) número de lengüetazos a la persona, *p <0.05 en comparación con la dieta B, Sin Estancia, **p <0.01 en comparación con dieta B, Sin Estancia; (D) número de lengüetazos sin dirección, *p <0.05 en comparación con los perros con Estancia. Figura 5. Niveles medios de cortisol plasmático (parte superior) y ACTH (parte inferior) de los perros alimentados con la dieta de comparación (dieta A) y la dieta "premium" (dieta B) durante las semanas 0, 2, 4 y 8 en el albergue. Las líneas verticales representan los errores estándar de las medias: Figura 6. Niveles medios de cortisol plasmático (parte superior) y ACTH (parte inferior) de los perros alimentados con la dieta de comparación (dieta A) y la dieta "premium" (dieta B) antes y después del reto en las semanas 0 y 8 en albergue. Las líneas verticales representan los errores estándar de las medias: Figura 7. Niveles medios de cortisol posteriores al reto (parte superior) y ACTH (parte inferior) expresados como porcentaje de niveles previos al reto para perros expuestos y no expuestos a la Estancia en las semanas 0 y 8 en el albergue. Las líneas verticales representan los errores estándar de las medias: DESCRIPCION DETALLADA DE LA INVENCION El método de la invención se habilita a través de la administración de una dieta de alta calidad a un perro. No se limita la frecuencia de administración. Sin embargo, las dietas usualmente se administran de manera infrecuente o según la necesidad o preferentemente, se administran de manera más rutinaria una vez, dos veces, o tres veces diarias. Para fines de ilustración, en el caso de los animales de compañía, la dieta se puede proporcionar ad libitum o como porciones medidas utilizando pautas de alimentación conocidas por los experimentados en la técnica, para lograr beneficios adicionales. Como se utiliza aquí, el término "alimentar" (o lo similar) con respecto a una dieta particular se refiere a proporcionar la dieta a un perro y/o dirigir, instruir o aconsejar el uso de la formulación dietética para un propósito descrito en la presente. En donde la administración de la dieta se dirige, instruye o aconseja, esta orientación puede ser de forma tal que instruye y/o informa al usuario (que incluye, por ejemplo, el administrador de un albergue para animales) que la administración de la dieta puede brindar y/o brindará uno o más de los beneficios descritos en la presente. La administración que se dirige puede incluir, por ejemplo, una orientación oral (por ejemplo, a través de la instrucción oral de, por ejemplo, un médico, veterinario, profesional de la salud, profesional u agencias de ventas y/o medios de radio o televisión (es decir, anuncios) u orientación escrita (por ejemplo, a través de la orientación escrita de, por ejemplo, un médico, veterinario, u otro profesional de la salud (por ejemplo, guiones), profesionales u agencias de ventas (por ejemplo, a través de folletos de comercialización, panfletos u otros tipos de instructivos), medios escritos (por ejemplo, Internet, correo electrónico u otro medio relacionado con la computadora), y el envase asociado con la dieta (por ejemplo, una etiqueta que se encuentre en un envase que contenga la dieta). En este documento, el término "impreso" incluye palabras, dibujos, símbolos y/u otros descriptores visibles. Esta instrucción no necesita utilizar las mismas palabras utilizadas aquí, sino que más bien palabras, dibujos, símbolos y otros que conlleven un significado igual o similar al que se contempla dentro del alcance de esta invención. Como se utilizan aquí, los términos "albergue para animales", "albergue" o lo similar incluyen: sociedades humanitarias, perreras, tiendas de mascotas y otros establecimientos (privados, fundaciones públicas o de cualquier otro tipo) que proporcionen a los animales alojamiento temporal o refugio (por ejemplo, animales callejeros, sin hogar o abandonados) o incluso alojamiento permanente en lo que respecta a las instalaciones y que son conocidos como albergues de "no sacrificio". Además de brindar alojamiento, estos albergues también pueden proporcionar a sus animales nutrición y cuidado médico básico y avanzado. Los albergues para animales pueden proporcionar a sus animales entrenamiento para obediencia, acicalamiento, ejercicio y dietas especiales. Un albergue para animales normalmente aloja animales domesticados, pero también puede alojar otros animales. Como se utiliza aquí, el término "modificación de comportamiento", "moderar el comportamiento" de un perro remitido o lo similar, incluye los cambios que se hacen en el comportamiento del perro, entre los que se incluyen modificaciones en el sentido de bienestar del perro; modificaciones en la ansiedad del perro, seguridad, nivel de alegría o sociabilidad; modificaciones en la cantidad de jadeos, lengüetazos (específicos y no específicos), desplazamiento, demanda de afecto o intentos de escape; y modificaciones en la sensación de tranquilidad del perro. Como se utiliza aquí, el término "UPA" se refiere a las respuestas adreno-pituitaria-hipotalámicas. El término "ACTH" se refiere a la hormona ardrenocorticotrópica. El término "DHA" se refiere al ácido docohexanoico. Para los fines de esta invención una "dieta de alta calidad" es una dieta que proporciona una ración o una cierta cantidad de alimento que sustenta las necesidades dietéticas y nutricionales diarias de un perro doméstico promedio y proporciona mayores niveles de energía metabolizable, ingredientes de origen animal, proteína, grasa, DHA, EPA, calorías y mejor capacidad de digestión nutricional que las dietas económicas estándar. Las dietas de alta calidad pueden formularse de manera opcional como presentaciones en seco (por ejemplo, en alimentos para animales u otra forma), húmedas incluidas las semihúmedas) o una combinación de estas formas. Opcionalmente, las dietas de alta calidad pueden contener aproximadamente 5 % a 50 % de proteína cruda, aproximadamente 0.5 % a 25 % de grasa cruda, aproximadamente 1 % a 10 % de fibra cruda y aproximadamente 1 % a 30 % de humedad, en peso de la dieta. En otra modalidad de la presente invención, una dieta seca de alta calidad puede contener aproximadamente 15 % a 35 % de proteína cruda, aproximadamente 10 % a 25 % de grasa cruda, aproximadamente 1 % a 5 % de fibra cruda y aproximadamente 5 % a 20 % de humedad, en peso de la dieta. En otra modalidad de la presente invención, una dieta de alta calidad es una dieta seca que contiene un nivel mínimo de proteínas de aproximadamente 22 %, un nivel mínimo de grasa de aproximadamente 13 %, un nivel mínimo de humedad de aproximadamente 8 %, un nivel mínimo de fibra de aproximadamente 3 %, un nivel mínimo de carbohidratos de aproximadamente 40 %, un nivel mínimo de ingredientes de origen animal de aproximadamente 20 % o un nivel máximo de ingredientes derivados de cereales de aproximadamente 70 %, en peso de la dieta. La dieta seca también puede tener un nivel mínimo de energía metabolizable de aproximadamente 3.5 Kcal/g. De manera opcional, las dietas húmedas de alta calidad pueden contener aproximadamente 0.5 % a 40 % de proteína cruda, aproximadamente 0.5 % a 25 % de grasa cruda, aproximadamente 0.5 % a 15 % de fibra cruda, aproximadamente 50 % a 90 % de humedad, aproximadamente 0.1 % a 20 % de cenizas y aproximadamente 0.001 % a 5.0 % de taurina, en peso de la dieta. En otra modalidad, las dietas húmedas de alta calidad pueden contener aproximadamente 7 % a 35 % de proteína cruda, aproximadamente 5 % a 25 % de grasa cruda, aproximadamente 1 % a 5 % de fibra cruda y aproximadamente 70 % a 85 % de humedad, en peso de la dieta. En otra modalidad de la presente invención, una dieta de alta calidad es una dieta húmeda que contiene un nivel mínimo de proteína de aproximadamente 9 %, un nivel mínimo de grasa de aproximadamente 6 %, un nivel mínimo de humedad de aproximadamente 60 %, un nivel máximo de fibra de aproximadamente 3 %, un nivel máximo de carbohidratos de aproximadamente 40 %, un nivel mínimo de ingredientes de origen animal de aproximadamente 20 % o un nivel máximo de ingredientes derivados de cereales de aproximadamente 70 %, en peso de la dieta. La dieta húmeda también puede tener un nivel mínimo de energía metabolizable de aproximadamente 3.5 Kcal/g. En una modalidad de la presente invención, una dieta de alta calidad es una dieta, ya sea seca, húmeda o de cualquier otra forma que contenga aproximadamente 20 % a 50 % o como alternativa 35 % a 50 % aproximadamente de ingredientes de origen animal, en peso de la dieta. Entre los ejemplos de ingredientes de origen animal se incluyen proteína o grasa de pollo, carne de res, cerdo, borrego, pavo (u otro animal), huevo, harina de pescado y lo similar.
En una modalidad de la presente invención, una dieta de alta calidad es una dieta que puede contener, entre otros, un componente seleccionado a partir del grupo formado por pollo, maíz molido, grasa de ave, sorgo en grano, arroz cervecero, harina de pescado, pulpa de betabel, saborizante obtenido por digestión (flavor digest), huevo seco, fosfato dicálcico, cloruro de potasio, levadura de cerveza, semilla de linaza molida, cloruro de sodio, aceite de sábalo, y mezclas de éstos. En otra modalidad más, la dieta contiene dos o más, tres o más, cuatro o más o cinco o más de estos componentes. En una modalidad de la presente invención, una dieta de alta calidad es una dieta en la que los niveles mínimos aproximados de DHA son alternativamente 0.05 %, 0.1 % ó 0.15 % de la dieta, en peso de la dieta. En otra modalidad de la presente invención, una dieta de alta calidad es una dieta en la que el nivel de DHA es de aproximadamente 0.05 % a 0.25 % de la dieta, en peso de la dieta. En otra modalidad de la presente invención, una dieta de alta calidad es una dieta en la que el nivel de DHA es de aproximadamente 0.07 % a 0.18 % de la dieta, en peso de la dieta. En una modalidad de la presente invención, una dieta de alta calidad es una dieta en la que el nivel mínimo aproximado de EPA es al menos aproximadamente 0.05 %, alternativamente al menos aproximadamente 0.1 %, alternativamente al menos aproximadamente 0.15 % de la dieta, en peso de la dieta. En otra modalidad de la presente invención, una dieta de alta calidad es una dieta en la que el nivel de EPA es de aproximadamente 0.05 % a 0.25 % de la dieta, en peso de la dieta. En otra modalidad de la presente invención, una dieta de alta calidad es una dieta en la que el nivel de EPA es de aproximadamente 0.07 % a 0.15 % de la dieta, en peso de la dieta. Los ejemplos no limitativos de dietas de alta calidad dentro de esta invención incluyen, entre otros: EUKANUBA® ®Premium Performance Formula (Fórmula premium de rendimiento), EUKANUBA® Large Breed Puppy Formula (Fórmula para el cachorro de raza grande), EUKANUBA® Adult Maintenance (Mantenimiento de adultos), EUKANUBA® Lamb and Rice Adult Dog Formula (Fórmula de cordero y arroz para el perro adulto), EUKANUBA® Large Breed Formula for Adult Dogs (Fórmula para perros adultos de raza grande), EUKANUBA® Puppy Formula (Fórmula para cachorros), EUKANUBA® Reduced Fat Formula (Fórmula reducida en grasa), EUKANUBA® Sénior Maintenance (Mantenimiento de mayores), EUKANUBA® Sénior Large Breed Maintenance Formula (Fórmula de mantenimiento de mayores de raza grande), EUKANUBA® Sénior Large Breed Dog (Perro de raza grande mayor), EUKANUBA® Sénior Maintenance Formula Dog Food (Fórmula de mantenimiento en alimento para perros mayores ), EUKANUBA® Adult Maintenance and Adult Small Bite (Mantenimiento de adultos y adultos de mordida pequeña), EUKANUBA® Adult Lamb and Rice Formula Dog Food (Alimento para perros de fórmula de cordero y arroz), EUKANUBA® Puppy Lamb and Rice Formula (Fórmula para cachorros de cordero y arroz), EUKANUBA® Large Breed Adult Reduced Fat (Adulto de raza grande reducida en grasa), EUKANUBA Puppy Médium Breed Formula (Fórmula para cachorros de raza media), EUKANUBA® Adult Reduced Fat Formula Dog Food (Alimento para perros adultos de fórmula reducida en grasa), EUKANUBA® Small Breed Adult (Adulto de raza pequeña), EUKANUBA ® Puppy Small Breed Formula Dog Food (Alimento para perros cachorros de raza pequeña) y otras dietas de alto valor nutricional que se encuentran disponibles en el mercado.
Ejemplos En este estudio, examinamos a perros de un albergue para animales público durante un periodo de 8 semanas. Observamos el efecto de la dieta y la interacción humana en los perros. También examinamos los efectos independientes y combinados de dos intervenciones, una conductual y otra nutricional sobre la actividad adreno-pituitaria-hipotalámica (HPA) de los perros. La intervención conductual consistió en una sesión de veinte minutos de interacción humana durante 5 días cada semana. Esta intervención se eligió con base en la experiencia previa que sugería que las manipulaciones de este tipo pueden calmar a los perros en el entorno de un albergue (Tuber y col., Psvchol. Sci., Vol. 10, págs. 379-386 (1999)), y en el anterior descubrimiento de que el contacto táctil tranquilizador proporcionado inmediatamente después de la punción en la vena, reduce la elevación de cortisol plasmático para este factor estresante poco severo (Hennessy y col., Appl. Anim. Behav. Sci., Vol. 61, págs. 63-77 (1998)). Para evaluar en este estudio el efecto de la calidad de la dieta en el comportamiento y el HPA, se administró una de dos dietas experimentales que tenían diferentes ingredientes, contenido nutricional y capacidad de digestión a perros de un albergue para animales público. Aun cuando las dos dietas cumplían con los estándares nutricionales mínimos, una era una dieta de alta calidad según lo definido en la presente (en este ejemplo la dieta se formuló para suministrar mayores niveles de proteína digerible, grasa, DHA, EPA, pulpa de betabel y calorías y también un mayor porcentaje de ingredientes de origen animal), mientras que la otra no. Además de los principales efectos posibles de la dieta o del contacto humano sobre el comportamiento, se examinaron las interacciones estadísticas posibles. Se pensó que si la dieta tenía un efecto calmante en los perros, es posible que afectara la manera en la que éstos respondían al contacto humano. Todos los perros se examinaron en una batería conductual que evaluó las respuestas a situaciones novedosas o sobrecogedoras, así como a una segunda prueba enfocada a las respuestas de los perros frente a un humano desconocido. Las dos pruebas se administraron antes de iniciar las intervenciones (pre-prueba) y al final del período de intervención (postprueba). Esto permitió evaluar el cambio real debido a la intervención. Para aquellos perros expuestos a la intervención conductual, se investigó la eficacia del entrenamiento administrado durante la intervención y cualquier efecto de la dieta sobre la eficacia del entrenamiento. Se examinaron los niveles plasmáticos de la hormona adrenal, cortisol y su hormona pituitaria trópica, ACTH. A fin de evaluar el efecto de las intervenciones en la actividad de la HPA en el ambiente del albergue, se examinaron los niveles de cortisol y ACTH circulantes en la semana 0 (después del ingreso al albergue, pero antes del inicio de las intervenciones) y también en las semanas 2, 4 y 8 posteriores. Las respuestas de cortisol y ACTH a un reto adicional se investigaron en las semanas 0 y 8.
Método Selección y asignación de sujetos. Los sujetos fueron 20 perros macho y 20 perros hembra que ingresaron al albergue Montgomery County Animal Shelter en Dayton, Ohio. A fin de ser elegible para el estudio, un perro tenía que ser considerado como saludable por el veterinario del albergue. Por otra parte, el perro tenía que ser considerado como un candidato adecuado para la adopción una vez que el estudio terminara. Este último criterio en gran parte se basó en las observaciones del comportamiento del perro por parte del personal del albergue y de los investigadores. Los perros que mostraron agresividad o timidez excepcionales, no ingresaron al estudio. El grupo de sujetos potenciales incluyó perros callejeros, perros internados en el albergue por sus dueños por diversas razones y perros capturados por el personal del albergue por abandono u otras violaciones. Se incluyeron machos y hembras (sin periodo de lactancia) tanto intactos como con gonadectomía. De este modo, la muestra se aproximó a la población de perros que comúnmente se encuentran en un albergue. Para restringir el intervalo de edad de los sujetos, se excluyeron los perros con menos de 6 meses de edad evaluados por inspección de la dentición. Debido a la dificultad para documentar la fuente de la que provenían muchos de los perros ingresados al albergue, no se hizo ningún intento para distinguir a los sujetos según su procedencia. Al admitirse en el albergue, los perros elegibles se asignaron a uno de los cuatro grupos experimentales definidos por la combinación factorial de dos niveles de interacción humana (baja y alta) y dos dietas (dieta A y dieta B). La asignación se hizo en forma casi aleatoria con las siguientes restricciones. Cada grupo experimental estuvo formado por cinco machos y cinco hembras; el peso promedio de los perros asignados en los cuatro grupos tuvo que ser más o menos equivalente. Por otra parte, con el fin de tener una estimación y un equilibrio en el fenotipo de los perros asignados a los grupos experimentales, un observador entrenado evaluó a cuál de los siete grupos raciales según la Asociación Americana Kennel (American Kennel Association) se adaptaba mejor cada perro. Este criterio representó un procedimiento de elección forzada, ya que muchos de los perros tenían características correspondientes a más de un grupo racial. En la medida de lo posible dadas las otras restricciones, los perros considerados como del mismo grupo de raza, se distribuyeron en los grupos experimentales. El Cuadro 1 presenta los grupos de sujetos por raza considerados en cada uno de los grupos experimentales.
Cuadro 1 Número de perros considerados en varios grupos raciales en cada condición experimental Condición experimental Grupo racial Sin Estancia Sin Estancia Con Estancia Con Estancia Dieta A Dieta B Dieta A Dieta B Socialización 1 2 2 2 Sabuesos 3 2 4 3 Sin actividad 1 2 1 2 Con 2 2 2 1 actividad Terriers 2 1 1 1 Juegos 0 0 0 0 Ejercicio 1 1 0 1 Total 10 10 10 10 En el transcurso del estudio, los perros se mantuvieron en un cuarto dedicado especial que tenía una hilera de jaulas metálicas de varios tamaños (0.6-0.9 X 0.7 X 0.6-0.7 m) y dos perreras más grandes (1.5 X 0.8 X 1.9 m). Los perros se mantuvieron en jaulas o perreras según su tamaño corporal. Durante las horas del día, el cuarto se iluminó mediante una combinación de luz artificial y luz natural.
Intervenciones La intervenciones experimentales se iniciaron en el sexto día de la estancia del perro en el albergue. Los primeros 5 días se designaron como semana 0; por lo tanto el día 6 marcó el inicio de la semana 1 del período de intervención de 8 semanas. La intervención conductual utilizada en este ejemplo, que incluye la interacción periódica con un humano (a la que aquí se hace referencia como Estancia), se realizó en un pequeño cuarto (aproximadamente de 7.1 m2) ubicada aproximadamente a 19.5 m del área de alojamiento en el albergue. La habitación tenía el propósito de simular las habitaciones a las que probablemente los perros estaban acostumbrados antes de su admisión en el albergue y a las que podrían estar expuestos después de su adopción. La habitación tenía un escritorio y una silla. La luz provenía de una lámpara de escritorio y también de dispositivos fluorescentes elevados. La habitación estaba alfombrada y también tenía un pequeño tapete. La habitación estaba junto a la sala de espera para el público, así que se acondicionó para amortiguar el ruido proveniente del área de alojamiento de los animales. Cinco días cada semana personal entrenado llevó individualmente a los perros designados a la Estancia durante aproximadamente veinte minutos por la tarde. Cada perro se expuso al mismo entrenador durante aproximadamente 70 % de sus sesiones de Estancia. En cada una de las dos condiciones de dieta, seis perros se expusieron predominantemente a un entrenador del sexo masculino y cuatro perros se expusieron en primer término a un entrenador del sexo femenino. Durante los primeros 3 minutos en la Estancia, se le permitió al perro explorar con libertad. En los siguientes 10 minutos, se acarició al perro suave y lentamente y se le dio masaje mientras se le hablaba de manera tranquilizadora (Hennessy y col., Appl. Anlm. Behav. Sci. 61, 63-77 (1998); Tuber, D.S., Anim. Behav. Consult. Newslet. 3, 2 (1986)). En este momento, se animó al perro a acostarse tranquilamente sobre el pequeño tapete. Durante los últimos 7 minutos, se fortaleció al perro con comida como premio conforme a un régimen de entrenamiento apetitivo progresivo. El entrenamiento comenzó con tareas simples (por ejemplo, ven, siéntate) y avanzó hacia ejercicios más difíciles (por ejemplo, quédate sentado mientras la persona sale y vuelve a entrar a la habitación). Durante cada sesión de entrenamiento, se utilizó como reforzamiento positivo la mitad de un perro caliente (hot dog) (salchicha de res de KAHN) rebanado en pequeñas piezas. La dieta de los perros que no se expusieron a Estancia se complementó con medio perro caliente (hot dog) cinco días cada semana. Estos perros calientes (hot dogs) fueron el único suplemento adicionado a las dietas asignadas. A todos los perros en el estudio se les dio un paseo al aire libre y con correa de 10 minutos, 5 días por semana, durante todo el estudio. Los investigadores y el personal del albergue recibieron instrucciones de minimizar la interacción con los perros durante los paseos, para alimentarlos y al limpiar las jaulas. No obstante, los perros de los dos grupos de interacción humana recibieron interacción humana moderada durante el desarrollo de estos procedimientos y sólo se distinguieron en cuanto a si se expusieron o no a Estancia.
Al comenzar su sexto día en el albergue, a los perros se les administró una de las dos dietas experimentales (dietas A y B). La dieta a la que los perros fueron sometidos antes del día 6 varió con base en la dieta que llevaban en el albergue hasta ese momento, pero nunca fue alguna de las dietas experimentales. Los ingredientes principales contenidos en las dietas se muestran en el Cuadro 2. El Cuadro 3 muestra el contenido nutricional y los coeficientes de capacidad de digestión de cada dieta. El contenido nutricional de cada dieta refleja los resultados de los análisis de laboratorio realizados en muestras representativas de cada dieta mediante los procedimientos establecidos por la Association of Offícial Analytical Chemists (Asociación oficial de químicos analíticos) (Offícial Methods of Analysis (Méíodos oficiales de análisis), Ed. 14. Association of Official Analytical Chemists, (1984)). Los coeficientes de capacidad de digestión nutricional se determinaron al administrar estas dietas a un segundo grupo de perros y recolectar cuantitativamente desechos fecales y urinarios para ser analizados conforme a los procedimientos de la AOAC. Las dietas se formularon para imitar las dietas disponibles en el mercado y que correspondieran a las categorías industriales de "popular" (dieta A) y "premium" (dieta B; Case y col., Canine and Feline Nutrition: a Resource for Companion Animal Professionals (Nutrición de caninos y felinos: un recurso para profesionales de animales de compañía) (Second Ed.), Mosby, St. Louis, MO (2000)). Las dos dietas cumplieron o excedieron los requerimientos nutritivos mínimos diarios establecidos por la American Association of Feed Control Officials (Asociación de oficiales para el control de alimentación de los Estados unidos) (1999) y pudieron satisfacer las necesidades nutricionales básicas del animal y al mismo tiempo evitar cualquier deficiencia nutricional evidente. Sin embargo, la dieta B ofreció mayor calidad nutricional que la dieta de comparación (dieta A) en términos de capacidad de digestión, porcentaje de ingredientes de origen animal y energía metabolizable. La dieta B también suministró niveles generales más altos de proteína, grasa, DHA, EPA y pulpa de betabel. A todos los investigadores y personal del albergue se les ocultó la identidad de las dos dietas. La cantidad de dieta ofrecida a cada perro se calculó con el propósito de mantener el peso corporal y la condición, con base en la recomendación del National Research Council (Consejo Nacional para la Investigación) para la estimación de los requerimientos de energía metabolizable diaria (National Research Council, 1985). A los perros que mostraron obvia deficiencia de peso al ingresar al estudio se les administraron raciones adecuadas a su peso ideal estimado. Al momento de alimentarlos, se midió y registró la cantidad de alimento que permanecía en el plato del día anterior. Las medidas de consumo de la dieta y la ganancia de pesó se reportaron en la sección de Resultados, que se presenta más adelante. Los perros se pesaban cada viernes para evaluar su salud y determinar el tamaño de su ración para la siguiente semana. Debido a que los perros ingresaron al estudio en distintos días de la semana, estas fechas del peso no corresponden a días específicos con relación al inicio del estudio. Para fines del análisis de los cambios de peso durante el estudio, se utilizaron pesos obtenidos en el día 5 (el último día de la semana 0) y el día 61 (el último día de la semana 8).
Cuadro 2 Ingredientes principales en orden descendiente) de las dietas experimentales Dieta A Dieta B Maíz molido Pollo Carne y harina de huesos Maíz molido Harina de trigo Grasa de aves Harina de frijol de soya Sorgo en grano Subproducto intermedio de trigo (wheat Arroz cervecero midds) Harina de pescado Harina de gluten de maíz Pulpa de remolacha Grasa de origen animal Saborizante obtenido por digestión (flavor Saborizante obtenido por digestión (flavor digest) digest) Huevo seco Cloruro de sodio Fosfato dicálcico Carbonato de calcio Cloruro de potasio Fosfato dicálcico Levadura de cerveza Vitaminas Semilla de linaza molida Minerales Cloruro de sodio Aceite de sábalo Sulfato de magnesio Cloruro de colina Carbonato de calcio DL-metionina Vitaminas Minerales Cuadro 3 Contenido nutricíonal v capacidad de digestión de las dietas experimentales Nutriente Dieta A Dieta B (dieta de alta calidad) EPA ( %) 0.02 0.13 DHA ( %) 0.03 0.18 Proteína ( %) 23.0 29.9 Grasa ( %) 10.1 20.5 Humedad ( %) 7.5 8.0 Fibra cruda ( %) 3.2 1.9 Carbohidrato ( %) 47.2 32.2 Ceniza ( %) 9.0 8.0 Calcio ( %) 1.4 1.0 Fósforo ( %) 1.1 1.0 6 Nutriente Dieta A Dieta B (dieta de alta calidad) Energía metabolizable (Kcal/g) 3.3 3.9 Ingredientes de origen animal ( %) 25.7 53.6 Ingredientes derivados de cereales ( %) 72.8 36.6 Capacidad de digestión ( %) Materia seca* 85.4 90.3 Materia orgánica* 88.5 92.8 Proteína* 88.4 94.0 Grasa* 89.4 94.5 Carbohidratos 90.5 91.2 Energía digestible * 88.6 93.5 Energía metabolizable* 84.9 90.3 * p < 0.001 para la dieta A vs dieta B por prueba t en un panel de perros utilizados para determinar la capacidad de digestión Procedimientos de la prueba conductual Batería conductual. Se utilizó una batería conductual, la cual fue casi idéntica a la descrita en un estudio previo (Hennessy y col., Appl. Anim.
Behav. Sci., Vol. 73, págs. 217-233 (2001)), para evaluar las reacciones circunstancias nuevas o amenazantes. La batería se administró el día 3 (semana 0, pre-prueba) y el día 60 (semana 8, post-prueba) y se realizó en una construcción de madera ubicada cerca del albergue. Dos paredes altas de 1.6-m se unieron a dos paredes interiores de la construcción para crear un redondel de prueba de 5.5 X 5.7 m. En una esquina del redondel había una persiana de observación, con áreas de visión de 2, 0.5 m2 ubicadas 1.8 m arriba del piso del redondel. El piso de concreto del redondel se marcó con líneas de cinta adhesiva separadas 0.9 m para formar cuadrados que tenían como fin estimar la actividad locomotora.
La batería de pruebas se dividió en cuatro fases (Cuadro 4). La primera fase evaluó la reacción inicial que presentó el dejar al perro solo en la nuevo redondel de prueba. La fase 2 estaba relacionada con la reacción del perro en este entorno frente a una persona desconocida. Las fases 3 y 4 estuvieron dirigidas a la forma en la que el perro respondería ante estímulos inesperados en el nuevo entorno. Durante las cuatro fases todos los comportamientos se calificaron y sus definiciones se presentan en la Cuadro 5. Los comportamientos calificados durante cada fase se determinaron por el enfoque de la fase y la restricción que tenían los comportamientos para ser calificados con exactitud por un solo observador.
Cuadro 4 Las cuatro fases de la batería conductual Fase Descripción 1 El perro solo en el redondel durante 2 minutos 2 Presencia de una mujer desconocida sin moverse, en el redondel durante 2 minutos; caminata alrededor del perímetro del redondel durante 1 minuto 3 Precedidos por 30 segundos en los que un automóvil de control remoto se aproxima al perro; el perro solo en el redondel (el automóvil se encuentra inmóvil) durante 2 minutos 4 Siguió con un toque de bocina de aire; el perro solo en el redondel durante 2 minutos Comportamientos observados en la batería, sus definiciones, fases en las que se observaron y factores de comportamiento asociados Medida Breve definición Fases Factor conductual observad as Cruce de líneas Número de veces que las cuatro patas 1 , 3, 4 Actividad cruzan la línea en el piso locomotora Medida Breve definición Fases Factor conductual observad as Escape Número de períodos de movimiento 1, 3, 4 Vuelo que sugieren intentos para saltar o trepar, escarbar, estrujarse o romper las paredes o la puerta del redondel Salto Número de veces que el perro se 1 Vuelo separa por completo del suelo o se levanta sobre sus patas traseras de forma distinta a los evidentes intentos de escape Vocalización Número de vocalizaciones discretas 1 Demanda de afecto Estado latente Número de segundos transcurridos 2 Demanda de para entrar en hasta que el perro hace contacto físico afecto contacto con la con el entrenador que está de pie en el (calificación persona centro del redondel (ausencia de inversa) contacto marcó 120 segundos) Contacto con un Número de segundos de contacto 2 Sociabilidad desconocido físico con un desconocido (calificado por el desconocido) Cercanía del Número de segundos dentro de un 2 Sociabilidad desconocido, cuadrado (formado mediante líneas en inmóvil el piso) del desconocido mientras éste está inmóvil Cercanía del Número de segundos del desconocido 2 Sociabilidad desconocido, dentro de un cuadrado mientras éste caminando camina alrededor del perímetro del redondel En las esquinas Número de segundos que el perro está 3, 4 Timidez alejadas en las esquinas más alejadas del automóvil o la bocina (3 esquinas: intersección de la persiana de observación con la pared más alejada y la pared perpendicular; intersección de la pared alejada con otra pared perpendicular) Estado latente Número de segundos a partir del cese 3 Cautela para entrar en del movimiento del automóvil hasta contacto con el que el perro hace contacto con el automóvil automóvil (ausencia de contacto contabilizada como 120 segundos) Estado latente de Número de segundos a partir del toque 4 Cautela acercamiento a la de la bocina hasta que el perro entra a bocina un semicírculo de 0.5 m de radio centrado alrededor de la abertura en la pared a través de la cual se emitió el toque de la bocina (el no acercamiento se contabilizó como 120 segundos) Acercamiento Número de movimientos en dirección 3, 4 Actividad al automóvil (después del cese del locomotora movimiento del automóvil) o a la bocina (después de sonar la bocina) Medida Breve definición Fases Factor conductual observad as Retiro Número de movimientos en dirección 3, 4 Actividad opuesta al automóvil (después del locomotora cese del movimiento del automóvil) o a la bocina (después de sonar la bocina) Las pruebas se realizaron al concluir el paseo de 10 minutos programado para el perro. La persona que paseó al perro lo trajo a la instalación y a la entrada del redondel. Se retiró la correa del perro y se le colocó en el redondel, en donde se lo observó durante 2 minutos (Fase 1). Al empezar la Fase 2, una mujer desconocida para el perro atravesó la reja y caminó lentamente hacia el centro del redondel y permaneció de pie durante 2 minutos. Al término del periodo de 2 minutos, la mujer caminó lentamente hacia un punto frente a la reja y alrededor de todo el perímetro del redondel (en total caminó 1 minuto) antes de salir por la reja. La mujer que actuó como desconocido en la Fase 2 de esta prueba y en la Prueba de respuesta frente a desconocidos (descrita más adelante) no interactuó en ningún otro momento con el perro. Después de la Fase 2, el observador activó un automóvil de juguete de control remoto que estaba en una esquina del redondel y lo movió en dirección al perro. Si el perro no se retiraba, el automóvil se le acercaba repetidas veces. No se hizo ningún intento para hacer que el perro tuviera contacto con el automóvil. Después de 30 segundos de movimiento, el automóvil se devolvió a su ubicación inicial y se observó al perro durante 2 minutos (Fase 3). Al comenzar la Fase 4, se hizo sonar una bocina a través de un pequeño agujero ubicado cerca del piso, a la mitad de una de las paredes largas del redondel. El comportamiento se registró durante los siguientes 2 minutos. Después de cada prueba, se retiraron las heces y se usó un trapeador y detergente para eliminar los rastros de heces u orina.
Respuesta a la prueba del desconocido. Con el fin de evaluar en forma más completa la respuesta del perro frente a un humano desconocido, cada perro se examinó durante 10 minutos con una mujer desconocida el día 4 (semana 0, pre-prueba) y el día 61 (semana 8, post-prueba). Después de un paseo de 10 minutos, se realizó la prueba en una porción del redondel que se había utilizado para la batería conductual. Los dos extremos de una longitud de cerco de cadena se unieron para ¡ntersectar las paredes del redondel y formar un área de prueba de 6.5 m2- La mujer se sentó suavemente en un banquillo en una de las esquinas de esta área. Al perro se le quitó la correa y se dejó en el área de prueba. A la persona que actuó como desconocida se le dio la instrucción de acariciar lentamente al perro cuando estuviera a su alcance. Si el perro saltaba hacia ella, se le dio la instrucción de decirle "abajo" y de empujarlo con suavidad para regresarlo al piso. El observador, colocado en la persiana, registró el número de segundos que el perro jadeó y el número de veces que bostezó y lamió (calificados por separado los lamidos a sí mismo, al desconocido, a objetos inanimados y los lengüetazos sin dirección). El desconocido usó un cronómetro para contabilizar el número de segundos de contacto físico con el perro (distintos al contacto de la mano al acariciarlo). Además, una vídeo cámara elevada (Cámara: Panasonic WV-BP310 con lente Panasonic WV-LA210C3; VCR: Panasonic AG-7350) registró la sesión de prueba. Las cintas se evaluaron para determinar el número de segundos que estuvo en contacto/proximidad con la persona (dentro de un cuadrado; una medida de la demanda de contacto humano) caminando (para evaluar la actividad locomotora/exploración) o echado (una medida de calma o relajación).
Evaluación de los niveles endocrinos Los niveles circulantes de cortisol y ACTH se evaluaron los días 3 (semana 0, antes de la prueba), 19 (semana 2), 33 (semana 4) y 60 (semana 8). Junto con las evaluaciones de los días 3 y 60, se examinó la respuesta de cada perro a un estímulo adicional. En estas ocasiones, el perro se retiró de su jaula y en los primeros 4 minutos se extrajo una muestra de sangre para determinar los niveles de hormonas circulantes en el entorno del albergue. Después se le puso al perro la correa y se le dio un paseo de 10 minutos. Este paseo terminó en la construcción de madera ubicada cerca del albergue. Se llevó al perro a un redondel de prueba de 5.5 X 5.7 m con piso de concreto y paredes de madera que se dispuso dentro de la construcción. El perro se sometió entonces a una batería de pruebas. Ver por ejemplo, Hennessy y col., Appl. Anim. Behav. Sci. 73, 217-233 (2001); Hennessy y col., J. Am. Vet. Med. Assoc. Vol. 221, No. 1 (Julio 1, 2002); y Hennessy y col., Journal of Applied Animal Welfare Science (Diario de ciencia aplicada de bienestar animal), Vol. 5(4), págs. 253 - 273 (2002). Brevemente, la batería se dividió en cuatro fases. En la fase 1 (2 minutos), el perro estuvo solo y no se expuso a ningún estímulo adicional. En la fase 2 (3 minutos), una persona desconocida para el perro estuvo presente en el redondel, pero no ¡nteractuó con el perro. Después de la fase 2, la persona se fue y los siguientes 30 segundos se accionó un automóvil de juguete de control remoto para que se acercara al perro repetidas veces. Durante la fase 3 (2 minutos), el perro permaneció en el redondel con el automóvil de juguete inmóvil. El inicio de la fase 4 se señaló con el toque de una bocina y consistió en dejar al perro solo en el redondel durante 2 minutos más. Inmediatamente después de la batería de pruebas, se recolectó una segunda muestra de sangre. Las muestras de sangre (aproximadamente 1 mL) se obtuvieron de la vena cefálica con una aguja para inyección y una jeringa. Una persona sostuvo al perro para que otra pudiera extraer la muestra. La sangre se transfirió rápidamente de la jeringa a dos tubos separados, cada uno con un anticoagulante diferente: heparina para el análisis de cortisol y EDTA para el análisis de ACTH. Las muestras de sangre siempre se recolectaron en los primeros 4 minutos posteriores al inicio del disturbio y por lo general aproximadamente en los primeros 2 minutos (M = 137 +/- 4 segundos). Las muestras se colocaron en hielo y el plasma se separó en una centrífuga con refrigeración y permanecieron congeladas hasta que se analizaron. Las muestras en las que se analizó ACTH se almacenaron a -80 °C. Las muestras se analizaron por duplicado por medio de un equipo de radioinmunoanálisis 25l estándar (cortisol: Diagnostic Products Corporation, Coat-a-Count; ACTH: ICN Biomedical). Por error se perdieron dieciséis muestras destinadas al análisis de ACTH (dos muestras de machos y dos muestras de hembras en cada grupo). Los coeficientes de variación entre análisis fueron de 7.6 % para cortisol y 20.9 % para ACTH. Para la variabilidad entre análisis estas cifras fueron de 18.0 % y 9.6 %, respectivamente.
Análisis de datos Se utilizaron las pruebas de amplitud múltiple de Duncan para las comparaciones apareadas múltiples. Se utilizaron los coeficientes de correlación producto-momento de Pearson, para evaluar la posible relación entre el tiempo de muestreo y los niveles endocrinos. En estas correlaciones, se consideró significativo un valor de probabilidad de 0.05 en una prueba de una vía. Para las demás comparaciones, se empleó un valor de probabilidad de 0.05 en una prueba de dos vías. Las interacciones significativas se analizaron también con la pruebas para efectos principales simples (Winer, Statistical Principies ¡n Experimental Design (Principios de estadística en diseño experimental) (2nd ed), McGraw-Hill, New York, NY (1971)). El enfoque de los cambios en las mediciones durante el período de intervención, el análisis de comportamiento en la batería conductual y la prueba de respuesta a desconocidos se basaron en la diferencia de puntuaciones (post-prueba, semana 8 pre-prueba, semana 0). Se consideró significativo un valor de probabilidad de 0.05 en una prueba de dos vías.
Resultados Consumo de la dieta, peso corporal y entrenamiento El porcentaje de dieta ingerida promediada entre las semanas, se ilustra en la Figura 1. Antes del análisis, los datos se sometieron a transformación arco seno. Aunque hubo una tendencia en los perros a consumir mayores porcentajes de dieta B que de dieta A durante las primeras 2 semanas del estudio, el análisis ANOVA de 3 vías (Sin Estancia/Con Estancia X dieta X semanas, con el último factor tratado como medida repetida) demostró sólo un efecto significativo de semanas, F (5, 162) = 4.64, p = 0.001), reflejando mayor consumo a medida que avanzó el estudio. Por lo general, los perros ganaron peso mientras estuvieron en el albergue, en particular si se les administró la dieta "premium", dieta B. Mientras 13 de 20 perros (65 %) que consumieron dieta A ganaron peso, 18 de 20 perros (90 %) que consumieron dieta B también lo hicieron. El efecto diferencial de la dieta en la ganancia de peso se confirmó con ANOVA mediante una interacción significativa de la dieta X semanas, F ( , 36) = 7.37, p = 0.01 ; Figura 2). Las pruebas para los efectos principales simples demostraron que hubo un aumento significativo de peso a lo largo del período de tratamiento en los perros que consumieron la dieta B (p < 0.01), pero no en los perros que consumieron la dieta A. En general, los perros con Estancia aprendieron con facilidad nuevas tareas. Sin embargo, no hubo diferencia en el nivel final de entrenamiento logrado por los perros alimentados con las dos dietas (t (18) = 1.06, p > 0.10).
Batería conductual. El análisis de las medidas individuales en la batería conductual dio como resultado un efecto significativo: un efecto principal de la dieta en la actividad en la fase 4, F (1 , 36) = 6.87, p = 0.013. Como se observa en la Figura 3, la actividad locomotora en la fase 4 diminuyó a través del estudio para los perros a los que se les administró la dieta B, pero no en los perros que consumieron la dieta A. También se analizaron las siguientes medidas derivadas: la supresión de la locomoción en las fases 3 y 4 (cruces de líneas de la fase 1 menos cruces de líneas de la fase 3; cruces de líneas de la fase 1 menos cruces de líneas de la fase 4), total de cruces de líneas y total de intentos de escape (suma de cruces de líneas o intentos de escape, respectivamente, durante las tres fases (1 , 3 y 4) en las que se evaluaron los cruces de líneas y los intentos de escape). Estos análisis revelaron una interacción significativa de Sin Estancia/Con Estancia X dieta para intentos de escape, F (1 , 36) = 5.47, p = 0.025. Fue significativa una prueba para efectos principales simples para perros expuestos a Estancia (p < 0.05). En este grupo, los perros alimentados con la dieta B mostraron una reducción relativa en los intentos de escape durante el transcurso del estudio en comparación con los perros alimentados con la dieta A (Figura 3). No hubo efecto significativo de la dieta en los perros que no se expusieron a la Estancia. También se evaluó el efecto de la Estancia y la dieta en cinco factores (actividad locomotora, vuelo, sociabilidad, timidez y cautela) (Hennessy y col., Appl. Anim. Behav. ScL Vol. 73, págs. 217-233 (2001 )) y los efectos se calcularon combinando las puntuaciones z de las medidas individuales. Para estos factores, el único efecto de importancia fue una tendencia de la dieta B a reducir la actividad locomotora [suma de puntuaciones z para cruces de líneas de fase 1 + cruces de líneas de fase 3 + cruces de líneas de fase 4 + acercamientos de fase 3 + acercamientos de fase 4 + retiradas de fase 3 + retiradas de fase 4, F (1 ,36) = 3.41 , p = 0.073.] Prueba de respuesta a desconocidos Hubo varios efectos significativos en la prueba de sensibilidad a desconocidos (Figura 4). Se obtuvieron interacciones Sin Estancia/Con Estancia X dieta significativas para el cambio de pre-prueba a post-prueba en cuanto a jadeos por segundo F (1 ,36) = 7.49, p = 0.01 y número de bostezos, F ( ,36) = 5.04, p = 0.031. Para los perros no expuestos a la Estancia, hubo una reducción relativa en los segundos transcurridos en jadeos de pre-prueba a post-prueba si se administró la dieta A y un aumento relativo en jadeos durante este tiempo si se administró la dieta B (p < 0.05). La tendencia de este patrón fue inversa para los perros expuestos a la Estancia. Se evidenció un patrón similar para el número de bostezos, aunque las pruebas para efectos principales simples no fueron significativas. Estas interacciones también se evaluaron al examinar cómo la Estancia afectó el comportamiento en cada condición de dieta. Para los perros alimentados con la dieta A, la Estancia no tuvo efectos significativos en los segundos transcurridos en jadear. Para los perros alimentados con la dieta B, la diferencia entre el aumento relativo en jadeos de pre-prueba a post-prueba si no hubo exposición a la Estancia y la disminución relativa en jadeos de pre-prueba a post-prueba si no hubo exposición a la Estancia, fue significativa (p < 0.05). Para bostezos, otra vez no hubo efectos principales simples significativos. Los lengüetazos a desconocidos también mostraron un patrón similar, aunque para esta medición se requirieron pruebas no paramétricas. Éstas indicaron que entre los perros que no se expusieron a la Estancia, hubo una reducción relativa en lengüetazos al desconocido de pre-prueba a postprueba si los perros se habían alimentado con la dieta A y un aumento relativo en lengüetazos a desconocidos durante este período si se alimentaron con la dieta B (p = 0.005). Por otra parte, el aumento relativo en lengüetazos a desconocidos de pre-prueba a post-prueba en los perros alimentados con la dieta B, se eliminó si los perros se habían expuesto a la manipulación de la Estancia (p = 0.015). Para los lengüetazos no dirigidos, el ANOVA reveló un efecto principal de Sin Estancia/Con Estancia, F (1 , 36) = 5.21 , p = 0.029, que refleja un aumento relativo de pre-prueba a post-prueba en lengüetazos no dirigidos entre los perros no expuestos a la Estancia, pero no entre los perros expuestos a la Estancia. Para los segundos transcurridos en contacto con el desconocido, el efecto principal de la dieta fue casi significativo, F (1 , 36) = 3.83, p =0.058. Los perros alimentados con la dieta A mostraron un aumento relativo en los segundos transcurridos en el contacto de pre-prueba a postprueba {M = 49.4, se = 42.4 s), mientras que los perros alimentados con la dieta B mostraron una disminución relativa en esta medición durante el mismo período (M = -73.1 , se = 46.0 s).
Análisis de puntuaciones antes de la prueba Para asegurar que los efectos significativos obtenidos en el análisis de la diferencia de puntuaciones calculada para la batería conductual y la prueba de sensibilidad al desconocido, no reflejaran diferencias en las puntuaciones antes de la prueba de la semana 0, se llevó a cabo una serie de análisis ANOVAs y pruebas Mann-Whitney U en las puntuaciones antes de la prueba para todas las medidas en las que la diferencia de puntuaciones se consideraron significativas. El único efecto de importancia fue una tendencia a menos escapes totales durante la pre-prueba en los perros que se expusieron a la Estancia si se les había administrado la dieta B en comparación con los que se les administró la dieta A (p = 0.052).
Niveles endocrinos Los niveles de hormonas circulantes medidos en las semanas 0, 2, 4 y 8 (Figura 5) se evaluaron con análisis ANOVA de 3 vías (Sin Estancia/Con Estancia X dieta X semanas). Para cortisol, sólo hubo un efecto significativo de semanas, F (3, 108) = 19.76, p < 0.001. Las comparaciones apareadas indicaron que los niveles de cortisol en las semanas 2, 4 y 8 fueron menores que en la semana 0 (ps < 0.01). El análisis ANOVA para ACTH demostró una interacción significativa de dieta X semanas, F (3, 60) = 3.87, p < 0.05 (con corrección Greenhouse-Geisser). Las pruebas de comparación apareada mostraron que los perros alimentados con la dieta B exhibieron una disminución de los niveles de ACTH circulante, de la semana 0 a la semana 8 (p < 0.05). Las comparaciones apareadas mostraron que los perros alimentados con la dieta A tuvieron niveles de ACTH comparables en cada uno de los 4 puntos de tiempo. Para evaluar el efecto del reto en los niveles endocrinos, se compararon los valores tomados al concluir la batería de pruebas en el redondel desconocido con los valores circulantes obtenidos antes de la evaluación en la batería. Se utilizaron dos diferentes enfoques. Primero, los niveles absolutos de cortisol y ACTH se examinaron en análisis ANOVAS de 4 vías (Sin Estancia/Con Estancia X dieta X semanas X reto, es decir, antes y después de la batería), los dos últimos factores se trataron como medidas repetidas. Para cortisol, los efectos principales de las semanas y el reto, fueron significativos (semanas: F (1 , 36) = 54.45, p < 0.001 ; reto: F (1, 36) = 40.32, p < 0.001). Estos efectos indicaron que los niveles generales disminuyeron de la semana 0 a la semana 8 y que el reto elevó los niveles plasmáticos de cortisol. Aunque la Figura 6 sugiere que la dieta pudo haber influenciado el cambio en la respuesta al reto de la semana 0 a la semana 8, sólo hubo efectos marginalmente significativos que involucraron el factor de dieta [dieta X semanas: F (1 , 36) = 3.42, p = 0.073; dieta X reto: F (1, 36) = 3.62, p = 0.065]. Para ACTH, el único resultado significativo fue un efecto principal para el reto, F (1 , 20) = 13.79, p = 0.001 , que indica que la exposición a la batería conductual elevó los niveles de ACTH confiablemente tanto antes como al concluir el período de intervención. Para evaluar directamente las respuestas de cortisol y ACTH al reto y simultáneamente explicar las diferencias en la actividad previa al reto, se examinaron también los niveles posteriores al reto como un porcentaje de niveles previos al reto mediante análisis ANOVA de 3 vías (Sin Estancia/Con Estancia X dieta X semanas). Para cortisol, el ANOVA reveló efectos principales significativos de la dieta, F (1 , 36) = 6.91 , p < 0.05 (dieta A > dieta B) y semanas, F (1 , 36) = 4.89, p < 0.05. El efecto principal para las semanas fue calificado con una interacción significativa Sin Estancia/Con Estancia X semanas, F (1 , 36) = 5.85, p < 0.05. Como se ¡lustra en la Figura 7, la respuesta al reto fue casi el doble de positiva en la semana 8 en comparación con la semana 0 si los perros no habían tenido la experiencia Sin Estancia durante el período de intervención (p < 0.05). Sin embargo, no hubo cambio en la magnitud de la respuesta de cortisol si los perros se habían expuesto a la Estancia de la semana 1 a la semana 8. Para la ACTH, no hubo efectos de interacción o principales significativos. Por último, para evaluar si los niveles hormonales se modificaron por el tiempo requerido para extraer las muestras de sangre, se calcularon los coeficientes de correlación entre el tiempo de muestreo y los niveles de cortisol y de ACTH entre todos los sujetos (40 para cortisol; 24 para ACTH). Para este análisis, se eligió a priori examinar los niveles endocrinos posteriores al reto en la semana 0. Estos valores se adaptaron muy bien al análisis correlacional porque no hubo una variabilidad apreciable entre las puntuaciones y porque no hubo efecto significativo ni para la Estancia ni para las manipulaciones dietéticas sobre los niveles de cortisol o de ACTH. Se obtuvo una relación no significativa entre el tiempo de muestreo y los niveles endocrinos (p > 0.10).
Discusión Interacción humana v dieta Este estudio encontró los efectos tanto de un programa de interacción humana como de la dieta sobre el comportamiento de perros confinados en un albergue público para animales. Los cruces de líneas en la última fase de la batería conductual se redujeron en la post-prueba con relación a la pre-prueba si los perros se habían alimentado con la dieta B, un ejemplo de dieta de alta calidad. Este efecto no reflejó una mayor reducción en actividad como respuesta a la bocina en la fase 4 por parte de los perros alimentados con la dieta B: Una evaluación directa de la reducción en cruces de líneas en la fase 4 con relación a la fase 1 no fue significativa. Más bien, al parecer los perros alimentados con la dieta B mostraron una reducción general en actividad en el redondel de prueba, de la pre-prueba a post-prueba, y esta diferencia llegó a ser significativa en la fase 4. Los efectos marginalmente significativos de la dieta en los cruces de líneas totalizados a través de las fases 1 , 3 y 4 y en el factor de actividad locomotora soporta esta conclusión.
La dieta B también redujo el número de intentos de escape durante la batería conductual, pero sólo en los perros que también habían tenido una exposición regular a la Estancia. En la prueba de respuesta a desconocidos se encontró un efecto principal de la manipulación en la Estancia. Los perros expuestos con regularidad a este suave contacto humano mostraron menos casos de presunto comportamiento ansioso de lengüetazos no dirigidos en la post-prueba con relación a la pre-prueba, que los perros que no experimentaron estos periodos complementarios de interacción humana. Los resultados juntos sugieren que una dieta de alta calidad, como la dieta B y un periodo regular pero limitado de interacción humana suplementaria, puede tener una influencia tranquilizadora en los perros alojados en un albergue para animales. También encontramos efectos interactivos más complejos en las medidas de los segundos transcurridos en jadear (con frecuencia, un signo de ansiedad o miedo, Voith & Borchelt, 1996), el número de bostezos (un comportamiento de desplazamiento indicativo de conflicto, Voith, McGrave, & Marder, 1987) y el número de veces que los perros lamen al desconocido en la prueba de respuesta a desconocidos (una medida de demanda de contacto humano en una situación amenazadora). En cada caso, la reactividad en el entorno nuevo tendió a reducirse en la pre-prueba con relación a la postprueba, en perros que no se expusieron a la Estancia si se habían alimentado con la dieta A y en perros expuestos a la Estancia que habían consumido la dieta B. Las diferencias fueron particularmente notables para los perros que no se expusieron a la Estancia. En un estudio de laboratorio previo, Miller (Miller, Effects of contingent and noncontingent caretaking: differential human social responding to solicitations of young canids (Efectos del cuidado contingente y no contingente: respuesta social humana diferencial a demanda de afecto por parte de canes jóvenes). Tesis de maestría sin publicar, The Ohio State University, Columbus (1991); véase Tuber y col., Psvchol. ScL Vol. 10, págs. 379-386 (1999)) utilizó un procedimiento de Estancia para moldear el comportamiento social que se consideró deseable en cachorros adoptados. El contacto humano se hizo depender de la emisión de comportamientos de demanda de afecto (por ejemplo, lengüetazos, olfateos o dar la pata a la persona). En esas condiciones, la Estancia aumentó el contacto tranquilo con humanos en un entorno desconocido. En el procedimiento de Estancia de este estudio, el contacto humano proporcionado a los perros jóvenes/adultos no fue dependiente del comportamiento de demanda de afecto. Por lo tanto, no es sorprendente que la Estancia no aumentara el contacto, los lengüetazos al desconocido u otro comportamiento de demanda de afecto en cada prueba conductual. Además, en las condiciones de este estudio, los comportamientos de demanda de afecto en el redondel de prueba al parecer probablemente reflejan inseguridad en el nuevo entorno más que la simple atracción por la persona.
Estudios previos han sugerido que los niveles elevados de proteína en la dieta pueden estimular la agresividad en algunos perros (Dodman y col., J. Am. Vet. Med. Assoc. Vol. 208, págs. 376-379 (1996); DeNapoli y col., J. Am. Vet. Med. Assoc, Vol. 217, págs. 504-508 (2000)). En el presente estudio, cualquier perro que mostrara signos de agresión al ser admitido en el albergue, no se consideró adecuado para la adopción y por ello no se incluyó en el grupo de sujetos potenciales. Entre nuestros sujetos, nunca se observó agresión franca ni en las pruebas conductuales ni en la Estancia. Entre nuestra muestra de perros seleccionados por la ausencia de agresividad, no se obtuvo indicio de agresividad inducida por la dieta. La reducción de lengüetazos no dirigidos en los perros que primero se expusieron a la Estancia y la reducción en intentos de escape en los perros tanto expuestos previamente a la Estancia como alimentados con la dieta B, demostraron que la Estancia también puede afectar en forma positiva el posterior comportamiento de los perros de un albergue, más allá de cualquier cambio en los comportamientos específicos inducidos por el entrenamiento. Por otra parte, el entrenamiento conductual permite contar con un medio para corregir problemas conductuales identificados y fomentar habilidades básicas (por ejemplo, sentarse-pararse) que facilitarían la transición del perro a un hogar adoptivo. La inversión relativamente modesta de tiempo (20 min/día, 5 días/semana) y el espacio (un pequeño cuarto) harían factible el procedimiento en algunos albergues, en particular aquellos que cuentan con programas de voluntarios.
Dieta e interacción humana en niveles endocrinos Este estudio también encontró efectos moderados tanto de la dieta como de un programa de interacción humana en las medidas de la actividad de HPA en perros de albergue. Los perros alimentados con la dieta B mostraron una diminución de los niveles de ACTH circulante en la semana 8, mientras que los perros alimentados con la dieta A no. Estos hallazgos sugieren una influencia nutricional en la adaptación al entorno del albergue. Este efecto sólo se observó para ACTH. Los niveles de cortisol, que habían disminuido significativamente en los dos grupos de dieta en la semana 2, no mostraron efectos diferenciales de la dieta. Se encontró un efecto muy diferente para el programa de interacción humana. En aquellos perros que no se expusieron al procedimiento de Estancia, la elevación porcentual de los niveles de cortisol después de la exposición a la batería de pruebas casi se duplicó de la semana 0 a la semana 8. Este efecto se eliminó por completo cuando los perros habían experimentado un grado moderado de interacción humana regular en la Estancia. Al parecer el alojamiento continuo en el albergue dio como resultado la sensibilización de la respuesta endocrina a la batería de pruebas, pero la exposición al procedimiento de Estancia impidió que se produjera esta sensibilización. No se observó ningún efecto del procedimiento de la Estancia para la ACTH. Puesto que la sangre se muestreó en un solo punto de tiempo después del reto, la ausencia de un efecto similar para ACTH pudo haberse debido a la diferencia en los tiempos de respuesta de ACTH y cortisol.
Después de la exposición a un agente estresante agudo, los secretagogos liberados por el hipotálamo, en particular el factor de liberación de corticotropina, estimulan la pituitaria para liberar ACTH, que a su vez hace que la corteza adrenal segregue glucocorticoides tales como el cortisol. De este modo, las respuestas de las diversas hormonas del eje HPA normalmente están muy correlacionadas, aunque cada una sigue su propio curso particular de tiempo. Durante la exposición a un agente estresante crónico, esta correlación se puede reducir (se puede presentar falta de regulación de HPA), por ejemplo, por una reducción gradual de la sensibilidad de una glándula para su hormona trópica. En trabajos previos se observaron en los perros prolongadas respuestas de cortisol al ingresar al albergue: los niveles se elevaron durante sus primeros 3 días y mostraron una declinación gradual después de esos días (Hennessy y col., Phvsiol. Behav.. Vol. 62, págs. 485-490 (1997)). De acuerdo con esto, el presente estudio encontró que los niveles de cortisol del día 3 habían disminuido en la siguiente medición el día 19. Sin embargo, los niveles de ACTH, que no se habían determinado previamente, no mostraron cambio significativo en este mismo periodo. En un estudio reciente que examina pronósticos posibles de comportamiento en perros adoptados en un albergue, con sorpresa se encontró que los niveles relativamente bajos de cortisol en el segundo día de estancia en el albergue estaban asociados con problemas de comportamiento mayores reportados por el propietario 6 meses después de la adopción (Hennessy y col., 2001 ). La hipótesis planteada es que los niveles bajos de cortisol en estos perros podrían reflejar no un estrés disminuido como respuesta al confinamiento en el albergue, sino más bien una desregulación del eje HPA como resultado de la exposición a los agentes estresantes antes de su ingreso al albergue. Por ejemplo, los perros que experimentaron estrés crónico por descuido o abandono exhibirían una sensibilidad reducida de la glándula adrenal como respuesta a las elevaciones crónicas de ACTH. En este caso, la admisión en el albergue produciría en estos perros un aumento más pequeño en los niveles de cortisol plasmático que en los perros que no se expusieron de manera continua a factores estresantes antes de la admisión, incluso si los perros en ambos grupos secretaron cantidades equivalentes de ACTH. El descubrimiento de este estudio respecto a que los niveles de cortisol plasmático mostraron una evidente disminución en la semana 2 pero no los niveles plasmáticos de ACTH, es relevante porque sugiere que los perros pueden presentar en efecto una sensibilidad reducida de la glándula adrenal como respuesta al estrés psicológico continuo y presentar también secreción de ACTH. Con el procedimiento de punción venosa empleado, todas las muestras se recolectaron en los primeros 4 minutos y por lo general más rápido. Los hallazgos en ratas y ratones indicaron que esto es lo suficientemente rápido para asegurar que el procedimiento de muestreo de la sangre, en sí, no afecta las concentraciones de cortisol en las muestras recolectadas (Coover y col., Phvsiol. Behav.. Vol. 6, págs. 261-263 (1971); Davidson y col., Endocrinol., Vol. 82, págs. 655-663 (1968); Riley y col., Psychoneuroimmunoloqy (Psiconeuroinmunología). Academic Press, págs. 31-102 (1981 )). Los niveles plasmáticos de ACTH se elevaron más rápido frente a la estimulación que los de cortisol, de manera que los niveles de ACTH obtenidos probablemente estuvieron influenciados hasta cierto punto por el procedimiento de muestreo. Sin embargo, la ausencia de una correlación significativa entre los niveles de ACTH y el tiempo de muestreo, indica que cualquiera de estos efectos de muestreo que hubiera ocurrido no tuvo fuerza. Por otra parte, es evidente que el valor de ACTH todavía refleja las manipulaciones experimentales, según indican tanto el efecto de la dieta como el aumento observado en los niveles de ACTH posterior al reto. Con anterioridad se demostró que en perros de albergue la interacción humana que involucra caricias tranquilizadoras podría moderar la respuesta de cortisol al factor estresante poco severo que implica la punción venosa, cuando se acarician inmediatamente después de la exposición al factor estresante. Los descubrimientos presentes orientan estos resultados de dos maneras. Primero, muestran que un programa de interacción humana en un tiempo distante de la exposición a un factor estresante psicológico agudo puede reducir las respuestas de cortisol. En segundo lugar, los hallazgos sugieren que una intervención nutricional puede reducir de manera independiente la respuesta de ACTH al alojamiento en el albergue. Todos los porcentajes y proporciones están calculados en peso, a menos que se indique de otro modo. Todos los porcentajes y proporciones están calculados con base en la dieta total a menos que se indique de otro modo.
Se hace referencia en la presente a los nombres comerciales de los componentes utilizados en la invención. No pretendemos limitarnos a los materiales con un determinado nombre comercial. Los materiales que se denominan con un nombre comercial pueden sustituirse con materiales equivalentes (por ejemplo, aquellos que se obtienen de una fuente diferente con un nombre o número de referencia distinto) a aquellos citados por su nombre comercial para utilizarse en las descripciones de la presente. En la descripción de la invención se describen varias modalidades y/o características individuales. Será evidente para aquellos con experiencia ordinaria en la técnica que todas las combinaciones de estas realizaciones y características son posibles y que estas pueden resultar en ejecuciones preferidas de la presente invención. Las dietas de la presente invención pueden comprender, consistir esencialmente o consistir de cualquiera de los elementos que se describen aquí. Aun cuando se han ilustrado y descrito varias modalidades particulares y/o características individuales de la presente invención, se pueden hacer otros cambios y modificaciones diversos sin apartarse del espíritu y alcance de la misma. Como será evidente también, todas las combinaciones de las realizaciones y características enseñadas en esta descripción son posibles y pueden resultar en ejecuciones preferidas de la invención. Todas las publicaciones, patentes y documentos de patentes se incorporan individualmente o en su totalidad como referencia en el presente documento. La invención ha sido descrita con referencia a varias modalidades y técnicas específicas y preferidas. Sin embargo, se debe comprender que pueden realizarse muchas variaciones y modificaciones que queden dentro del espíritu y alcance de la invención.

Claims (10)

NOVEDAD DE LA INVENCION REIVINDICACIONES
1. Un método para tratar a un perro que necesite el tratamiento seleccionado a partir del grupo formado por mejorar la adaptación de un perro a un albergue para animales, moderar el comportamiento de un perro que vive en un albergue para animales, aumentar la tasa de adopción exitosa de un perro perteneciente a un albergue para animales, disminuir la ansiedad en un perro, aumentar el bienestar de un perro y combinaciones de éstos, que comprende administrar al perro una dieta de alta calidad y opcionalmente brindarle la interacción periódica con un humano.
2. El método de conformidad con la reivindicación 1, caracterizado además porque es seleccionado a partir del grupo constituido por: disminuir los niveles de ACTH en un perro, disminuir los niveles de cortisol en un perro, disminuir los niveles de HPA en un perro y combinaciones de éstos, que comprende administrar al perro una dieta de alta calidad y opcionalmente brindarle la interacción periódica con un humano.
3. El método de conformidad con cualquiera de las reivindicaciones precedentes, caracterizado además porque la dieta de alta calidad es una dieta seca que contiene de aproximadamente 5 % a aproximadamente 50 % de proteína cruda, de aproximadamente 0.5 % a aproximadamente 25 % de grasa cruda, de aproximadamente 1 % a aproximadamente 10 % de fibra cruda y de aproximadamente 1 % a aproximadamente 30 % de humedad, en peso de la dieta.
4. El método de conformidad con cualquiera de las reivindicaciones precedentes, caracterizado además porque la dieta de alta calidad es una dieta húmeda que comprende de aproximadamente 0.5 % a aproximadamente 40 % de proteína cruda, de aproximadamente 0.5 % a aproximadamente 25 % de grasa cruda, de aproximadamente 0.5 % a aproximadamente 15 % de fibra cruda, de aproximadamente 60 % a aproximadamente 90 % de humedad, de aproximadamente 0.1 % a aproximadamente 20 % de cenizas y de aproximadamente 0.001 % a aproximadamente 5.0 % de taurina, todo en peso de la dieta.
5. El método de conformidad con cualquiera de las reivindicaciones precedentes, caracterizado además porque la dieta de alta calidad comprende al menos aproximadamente 0.05 % de DHA y al menos aproximadamente 0.05 % de EPA, todo en peso de la dieta.
6. El método de conformidad con cualquiera de las reivindicaciones precedentes, caracterizado además porque la dieta de alta calidad comprende al menos aproximadamente 0.1 % de DHA y al menos aproximadamente 0.1 % de EPA, todo en peso de la dieta.
7. El método de conformidad con cualquiera de las reivindicaciones precedentes, caracterizado además porque la dieta de alta calidad comprende un nivel mínimo de energía metabolizable de aproximadamente 3.5 Kcal/g.
8. El método de conformidad con cualquiera de las reivindicaciones precedentes, caracterizado además porque la dieta de alta calidad comprende de aproximadamente 20 % a aproximadamente 50 % de ingredientes de origen animal, en peso de la dieta.
9. El método de conformidad con cualquiera de las reivindicaciones precedentes, caracterizado además porque la dieta de alta calidad comprende de aproximadamente 35 % a aproximadamente 50 % de ingredientes de origen animal, en peso de la dieta.
10. El método de conformidad con cualquiera de las reivindicaciones precedentes, caracterizado además porque la dieta de alta calidad comprende al menos aproximadamente 0.15 % de DHA y al menos aproximadamente 0. 5 % de EPA, todo en peso de la dieta.
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