Para contribuir en la solución de los graves problemas de transporte, salud y calidad de vida, que afectan a una ciudad, se ha concebido un sistema de transporte público de bajo costo, enteramente construible en el país, reduciendo el desempleo. Es cómodo y más eficiente que cualquier otro sistema, en términos de consumo energético y cubrimiento del servicio. Además, puede construirse sin paralizar el actual tráfico vehicular, ni arruinar la ciudad importando más buses contaminantes o eléctricos los cuales pasan la mitad de su vida útil cargando la costosa y pesada batería y consumiendo electricidad que vale más que los combustibles, o un tren elevado o subterráneo, que tampoco resuelve los problemas de movilidad existentes, y sí paralizará a la ciudad durante su construcción y destruirá su economía por generaciones. El sistema consiste en una viga riel (el viaducto), elevado sobre columnas angostas que ocupan muy poco espacio, ubicadas sobre sardineles, zonas verdes, divisores de calzadas o el centro de una calle. Sobre el viaducto se moverán, bajo la cubierta de un túnel hecho con paneles solares, sucesiones de 26 sillas enlazadas (el vehículo) y suspendidas del riel mediante ruedas, llenando el espacio de 13mt entre dos columnas, sobre las cuales habrá motores eléctricos, que impulsarán los vehículos en direcciones opuestas de lado y lado del viaducto. (Fig. 1). El peso de este transporte es casi nulo comparado con cualquier otro y en consecuencia resuelve la ineficiencia de trenes o buses, cuyo peso es superior al de los pasajeros que transportan. Las estaciones de abordaje y salida del sistema consistirán en un ensanchamiento del túnel con una cubierta más alta. (Fig. 3A). Se ubicarán sobrepuestas, en las intersecciones entre una calle y una carrera, donde se podrán hacer transbordos para permitir a los pasajeros cambiar de dirección. Los vehículos no necesitarán detenerse, ya que las estaciones estarán dotadas de un piso con bandas transportadoras que se mueven por tramos de velocidad incremental para abordar, o disminutivas para dejar pasajeros. (Fig. 9A). La banda central se moverá a la misma velocidad de los vehículos, haciendo de esta manera posible abordar o dejar el sistema sin que éste se detenga, ahorrando tiempo y energía en vencer la inercia cada vez que se reanude la marcha. Dependiendo del número de paradas, cualquier otro vehículo puede consumir el doble del tiempo y energía, en parar y arrancar que, en desplazarse aún vacío, al tener que vencer la inercia y mover su propio peso, que puede superar al de los pasajeros. Dado el bajo costo del sistema, no interferencia con el tráfico de superficie, eficiencia y ventajas ecológicas del sistema, puede extenderse por todas las calles y carreras de una ciudad, haciendo innecesario cualquier otra clase de transporte, pues habrá posibilitado llevar pasajeros desde cualquier punto de la ciudad a cualquier otro, a mayor velocidad que el actual tráfico, sin peligros ni aglomeraciones, sin pérdidas de tiempo en semáforos y trancones y a un costo muy inferior al del transporte actual.