PROCEDIMIENTO DE FABRICACIÓN DE COLLARÍN PARA EL TENDIDO DE LÍNEA DE CONDUCCIÓN SUBMARINA Y PRODUCTO ASÍ
OBTENIDO
GAUUPO DE LA INVENCIÓN
La presente invención se refiere a un proceso de fabricación de un collarín y un collarín así obtenido cuya aplicación se lleva a cabo en la instalación de líneas de conducción de fluidos desde pozos petroleros localizados en el mar.
ANTECEDENTES DE LA INVENCIÓN
Durante el proceso de tendido de tuberías en el lecho marino se utiliza una pieza de acero llamada collarín. Esta pieza cumple un rol importante en la operación de instalación de tubería bajo el proceso de tendido en forma de "J", el cual es típicamente empleado para el tendido en aguas con profundidades de alrededor de 500 metros o más.
Los collarines son diseñados para soportar las cargas de tracción que genera la columna de conducción durante su instalación, además de evitar la desalineación de los tubos que conforman la columna durante esta operación.
Este collarín está formado por un cuerpo tubular, del mismo espesor que el tubo que conforma la columna, y una o más pestañas periféricas. Estas pestañas cumplen la función de sostener la columna de conducción durante su instalación y soldado.
El conjunto completo formado por el collarín y el tubo son soldados y colocados en posición vertical con el collarín en la parte superior del conjunto. Todo el conjunto es bajado luego, a través de un orificio anular que se encuentra en la plataforma o barcaza de instalación. Este orificio posee un diámetro mayor al diámetro exterior del tubo que conforma la columna y menor que el diámetro exterior de las pestañas del collarín, de manera que todo el conjunto quede sostenido sobre la o las pestañas
Se procede luego a la soldadura de este conjunto con otro equivalente, asegurando la correcta alineación entre ambos.
Una vez completado el proceso de soldadura, se procede a la apertura del orificio anular de manera de poder bajar la columna tubular resultante. Se desciende el conjunto hasta la altura del collarín del último conjunto soldado y se cierra nuevamente la abertura quedando toda la columna sostenida por la pestaña del collarín. Se repite la operación hasta completar el largo total de la línea de conducción.
Una vez en servicio, el collarín cumple la misma función que los
tubos de conducción, quedando la línea de conducción constituida por tubos de acero alternados por collarines.
De la descripción anterior, se evidencia que el material utilizado para la fabricación del collarín debe poseer propiedades excepcionales, además de haber sido sometido a controles de inspección estrictos, principalmente en las pestañas, dado que la integridad completa de la línea en cierta etapa de la instalación depende de esta pieza.
La elaboración de un material con las propiedades mecánicas adecuadas para la fabricación de estas piezas es uno de los retos en el estado de la técnica.
Otra de las problemáticas que presenta la fabricación de este tipo de piezas es el gran espesor de pared que debe poseer el tubo de acero a partir del cual poder fabricar el collarín removiendo material hasta lograr el perfil requerido. Al menos, el tubo debe tener un espesor equivalente al espesor de la parte más gruesa del colla- rín, que coincide con la zona de la pared donde se ubican la o las pestañas.
En el estado de la técnica, los procedimientos de producción de piezas con diseños similares a los collarines se han fabricado a partir de forja y posterior maquinado. La forja de los collarines tiene los problemas de fabricación y defectos propios que puede tener
una pieza de acero producida por este proceso de deformación rápida.
Se sabe que el proceso de forja puede generar en la pieza plie- gues, traslapes o grietas que podrían hacer que el segmento falle al ser sometido a un esfuerzo, y sobre todo si a través de este se transportan fluidos que contengan H2S.
Durante este proceso, la mayor deformación se produce en sentido transversal, por ende, las mejores propiedades mecánicas de la pieza también se encontrarán en este sentido. Esto puede generar problemas ya que el collarín de acero funciona sosteniendo el peso de toda la columna tubular, y las mayores solicitaciones se encuentran en la dirección longitudinal de la pieza.
Por otro lado, el proceso de forja no permite obtener buenas tolerancias dimensionales ni una superficie pareja, por lo que la cantidad de material que debe ser quitado por desbaste luego del forjado es considerablemente mayor que si la pieza tuviera un buen acabado superficial y dimensional.
Generalmente en la fabricación de collarines por forja, el tratamiento térmico posterior se realiza sobre las piezas ya cortadas al largo final del collarín. Debido a las variaciones de temperatura que puede haber en el horno, se genera una gran dispersión en las propiedades que presenta cada pieza.
Además, por lo general las piezas forjadas son inspeccionadas manualmente, lo cual no garantiza que sean detectados todos los defectos internos o externos que este proceso puede generar.
Otra de las problemáticas conocidas en la fabricación de collarines es la obtención de un balance adecuado de propiedades mecánicas y de resistencia a la corrosión que debe poseer el material a partir del cual se fabricará la pieza, y que le permitan a esta cumplir la función para la que ha sido diseñada.
Es conocido que la mejora de algunas de estas propiedades en el acero significa el detrimento de otras, por lo que un desafío que se plantea es lograr un material con un buen balance de propiedades.
Por ejemplo, se requiere que la pieza tenga una alta resistencia, pero al mismo tiempo una baja dureza y una alta resistencia a la corrosión.
Por otro lado, generalmente los fluidos que son transportados por el sistema de conducción se encuentran a una temperatura elevada.
Por esto otra problemática que se presenta es la de obtener un material que conserve una mínima resistencia aún a altas temperaturas.
Un proceso que logre una reducción de los costos de producción, así como también asegure una mejor calidad de la pieza en térmi-
nos de inspección, significaría un avance técnico, que proporcionaría una ventaja competitiva de la empresa que lo aplicara.
OBJETIVO DE LA INVENCIÓN
El objetivo principal de la presente invención es proporcionar la composición química de un acero adecuada para la fabricación de un collarín.
Otro de los objetivos es hacer posible un procedimiento de manufactura de collarines con reducido riesgo de presentación de defectos.
Aún otro objetivo es el de proporcionar un material y un método de fabricación para la obtención de un collarín que posea buena resistencia a la corrosión cuando el fluido conducido contenga H2S.
Todavía otro objetivo de la invención es proporcionar un tratamien- to térmico adecuado que permita obtener las propiedades mecánicas y microestructura necesarias para que la pieza pueda cumplir su función.
Otro objetivo 'más es hacer posible un procedimiento de producción de estas piezas denominadas collarines con un costo bajo de fabricación.
Otros objetivos y ventajas de la presente invención podrán ser aparentes a partir del estudio de la siguiente descripción y de los ejemplos que con carácter ilustrativo más no limitativo, son indicados en la presente descripción.
BREVE DESCRIPCIÓN DE LA INVENCIÓN
En pocas palabras, en una de sus modalidades, la presente inven- ción tiene que ver con la composición química cualitativa y cuantitativa del acero.
Bajo este orden de ideas la invención que aquí se describe consta de un acero con la siguiente composición química expresada en porcentaje en peso: C 0,08 a 0,14; Mn 1,20 a 1,35; Si 0,35 máx.; P
0,02 máx.; S 0,003 máx.; Mo 0,10 a 0,30; Cr 0,10 a 0,30; V 0,050 a 0,10; Nb 0,020 a 0,035; Ni 0,20 a 0,45; Al 0,015 a 0,040; Ti 0,020 máx.; Cu 0,20 máx.; N 0,09 máx., además de Fe e impurezas inevitables.
Este acero es conformado luego en barras sólidas mediante su colado en lingoteras de geometría poligonal o cilindrica, o barra de colada continua. Luego el lingote o la barra es sometido a un proceso de deformación que consta de varías etapas para obtener la pieza a partir de la cual se fabricará el collarín.
En otra vertiente, la presente invención se refiere a un tratamiento
térmico adecuado para ser aplicado a la pieza a partir de la cual se fabricará el collarín que posee la composición química descrita. Este tratamiento térmico consta de un temple y revenido, que le confieren al material sus propiedades mecánicas y microestructura fi- nales.
Se realiza luego el proceso de maquinado que le otorgará al cilindro hueco su forma final de collarín.
Debido a que la mejora de determinadas propiedades en el acero implica el empeoramiento de otras, fue imprescindible diseñar un material que permitiera cumplir al mismo tiempo con una elevada resistencia, inclusive a altas temperaturas, una buena tenacidad, una baja dureza y buena resistencia a la corrosión.
Preferiblemente, el cilindro hueco de grueso espesor de pared, mayor a 50 mm, debe tener el siguiente balance de valores característicos:
Resistencia a la fluencia (YS) a temperatura ambiente > 52 Ksi
Resistencia a la fluencia (YS) a 93 °C > 52 Ksi
Resistencia a la rotura (UTS) a temperatura ambiente > 66 ksi
Resistencia a la rotura (UTS) a 93 °C > 66 ksi
Alargamiento mínimo (% en 2 ") < 20 % Relación Fluencia/Rotura < 0,88
Dureza < 248 HV10
Energía absorbida >_ 100 Joules evaluado a una temperatura de 0°C.
DESCRIPCIÓN DETALLADA DEL INVENTO
Se llevaron a cabo estudios extensivos sobre un proceso de fabricación de un collarín con cualidades mecánicas adecuadas y se pudo determinar de manera sorprendente que dichos collarines, con muchas ventajas, podían ser fabricados a partir de un procedimiento de laminación.
Dichas ventajas tienen que ver con la mayor productividad, menor contenido de defectos y menores costos de producción. Es más rá- pido producir un tubo largo y cortarlo en piezas pequeñas que tomar un lingote y conformarlo a la longitud que deberá tener el collarín pieza por pieza.
A su vez, el proceso de laminación vía peregrino o mandril rete ni- do, permite obtener piezas con un reducido número de pliegues, traslapes y grietas, al ser el resultado de una deformación progresiva en el material.
Debido al tipo de solicitaciones al que está sometido el collarín du- raníe la instalación de la línea de conducción, es muy importante que posea elevada resistencia mecánica, sobre todo en la dirección
longitudinal de la pieza. El proceso de fabricación que se presenta en la presente invención, por el tipo de deformaciones longitudinales que se generan en la pieza, permite obtener una estructura metalúrgica de elevada resistencia, y sobre todo en la dirección longi- tudinal del collarín.
Además, al realizarse el tratamiento térmico sobre un cilindro hueco largo, a partir del cual luego se cortarán los collarines, se logran obtener propiedades homogéneas en todos los collarines.
Aún con el procedimiento de laminado para la producción de los collarines, seguían existiendo dificultades para alcanzar los requerimientos mecánicos necesarios en una pieza que pudiera cumplir la función de los collarines. Por lo tanto, en una etapa posterior de- ntro del mismo desarrollo se procedió a buscar una composición química del material que le permitiera cumplir adecuadamente su función.
Esta parte de la investigación conducente a determinar la composi- cíón ad-hoc para los collarines, se desarrolló probando el efecto de los elementos y sus concentraciones en el material. De esta manera se llegó a los resultados que a continuación se detallan.
C 0,08 a 0,14 El Carbono es el elemento más económico de mayor impacto en la resistencia mecánica del acero, por lo tanto no puede ser muy bajo
su contenido. Para poder lograr una resistencia a la fluencia mayor o igual a 52 ksi es necesario que el contenido de este elemento se mantenga por encima a 0,08 % para piezas de grueso espesor, preferentemente 50 mm o más.
Además, el C es el principal elemento que promueve la templabili- dad del material. Si el contenido de este es muy bajo, la templabi- lidad del acero se ve afectada considerablemente a mitad espesor, • promoviendo con esto la formación de una estructura acicular grue- sa y heterogénea. Este tipo de microestructura heterogénea trae como consecuencia problemas para obtener la resistencia mínima deseada, consistencia de la resistencia a través del espesor de la tubería y problemas serios relacionados con dispersión en valores de energía absorbida y shear área.
A su vez, para evitar que se genere una dureza elevada en la soldadura entre tubo y tubo, el contenido de este elemento no debe superar el 0,14 %. Por lo tanto el contenido de C debe ser de 0,08 a 0,14 %.
Mn 1,20 a 1,35
El Mn es un elemento que aumenta la templabilidad en el acero, promoviendo la formación de la martensita, así como la promoción del constituyente MA, el cual va en detrimento de la tenacidad. El Mn promueve una alta segregación central en la barra o lingote de acero a partir de la cual se lamina el collarín. Además, el Mn es el
segundo elemento con un mayor índice de segregación, favoreciendo la formación de inclusiones de MnS y aún cuando el acero es tratado al Ca, debido al problema de segregación central para un contenido de Mn por encima de 1,35 %, dichas inclusiones no son eliminadas.
Por otro lado, en contenidos de Mn por encima de 1,35 % se observa una influencia negativa significativa en la susceptibilidad al agrietamiento, inducido por hidrógeno, o HIC por sus siglas en In- glés, por lo ya descrito antes por la formación de MnS.
Asimismo el Mn es el segundo elemento con mayor influencia en la fórmula del CE (Carbono equivalente, Fórmula IIW), con lo cual incrementa el valor del contenido de CE final, empeorando la soldabi- Wáaú úe\ material.
Un mínimo de Mn de 1,20 % debe ser asegurado y en combinación con el rango de C enunciado anteriormente, lograr garantizar la templabilidad necesaria en el material para satisfacer los requeri- mientos de resistencia.
Por lo tanto, el contenido óptimo de Mn debe estar en el rango 1,20 a 1,35 y más particularmente debe estar en el rango 1,25 a 1,35.
Si 0,35 fifia.-.
El Silicio es necesario como desoxidante en el proceso de fabrica-
ción del acero y también es necesario para mejorar la resistencia del material. Este elemento al igual que el manganeso, promueve la segregación de P a límites de grano, por lo cual resulta perjudicial y debe mantenerse lo más bajo posible, preferiblemente por debajo de 0,35 % en peso.
P 0,02 Máx.
El fósforo existe como elemento inevitable en el acero, y un contenido mayor a 0,02 % produce la segregación en bordes de grano, lo cual disminuye la resistencia al agrietamiento inducido por hidrógeno o HIC.
S 0,003 Máx.
Al igual que el fósforo, el azufre se encuentra inevitablemente en el acero, y un contenido de más de 0,003 % disminuye la tenacidad y la templabilidad del material.
Además, el azufre en contenidos por arriba de 0,003 % promueve en combinación de altos contenidos de Mn la formación de inclusiones alargadas del tipo MnS. Este tipo de sulfuros van en detrimento de la resistencia a la corrosión del material en presencia de H2S.
Mo 0,10 a 0,30
El molibdeno permite aumentar la temperatura de revenido, previniendo además la segregación de elementos fragilizadores a borde de grano austenítico.
Este elemento además es necesario para mejorar la templabilidad del material para espesores de cilindros huecos por encima de 55 mm. Se establece un máximo de 0,30 % dado que por encima de este valor puede verse disminuida la tenacidad tanto en el cuerpo del collarín como en la zona afectada por el calor en la unión soldada o
HAZ por sus siglas en inglés.
Cr 0,10 a 0,30
El cromo produce endurecimiento por solución sólida e incrementa la templabiiidad del material y por ende aumenta la resistencia, con esto se compensa el poder mantener niveles de Mn inferiores a 1,35 %. Un exceso de Cr significaría tener problemas de defectuosidad en términos generales, por lo que es recomendable manejar el rango antes mencionado. Además, altos contenidos de Cr incre- menta el valor final de CE.
V 0,050 a 0,10
Este elemento precipita en la solución sólida en forma de carburos aumentando así la resistencia del material, por lo tanto el conteni- do mínimo debe ser de 0,050 %. Si el contenido de este elemento excede 0,10 % puede verse afectada la tenacidad de la soldadura debido a que puede encontrarse un exceso de carburos en la matriz. Por lo tanto, el contenido debe ser entre 0,050 y 0,070 %.
Nb 0,20 a 0,035
Este elemento al igual que el V, precipita en la solución sólida en
forma de carburos o nitruros aumentando así la resistencia del material. Además, estos carburos o nitruros evitan el crecimiento de grano excesivo. Un contenido en exceso de este elemento no trae ventajas adicionales y además podría causar la precipitación de compuestos que van en detrimento de la tenacidad.
Por otro lado, la adición de pequeñas cantidades de Nb ayuda en la obtención de un tamaño de grano austenítico fino y homogéneo, Por esto el contenido de Nb debe estar entre 0,025 y 0,035.
Ni 0,20 a 0,45
El Níquel es un elemento que mejora. la tenacidad del material base y de la soldadura, aunque adiciones excesivas terminan por saturar este efecto. Los resultados de los ensayos realizados demuestran que el rango óptimo de Ni debe ser entre -0,20 y 0,35 %.
Al 0,015 a 0,040
Al igual que el Si, el Aluminio actúa como un desoxidante en el proceso de fabricación del acero. Además refina el grano del mate- rial permitiendo obtener mayores valores de tenacidad. Por otro lado, un elevado contenido de Al podría generar inclusiones de alúmina, disminuyendo la tenacidad del material. Por esto, el contenido de Aluminio estará limitado entre 0,015 y 0,040 %.
Ti 0,020 ax.
Este elemento se utiliza como refinador de grano, lo cual genera
una mayor tenacidad del material. Por arriba de 0,20 de Ti y en presencia de altos contenidos de N forma nitruros o bien en ciertas combinaciones de C y N, los carbonintruros los cuales son perjudiciales para la tenacidad de los materiales.
Cu 0,20 Mn.
El Cobre es un elemento que por arriba de 0,20 % presenta problemas tanto de defectuosidad en el tubo laminado, como problemas en la soldabilidad.
N 0,09 Máx.
El nitrógeno existe inevitablemente en el acero al igual que el fósforo, el azufre y el oxígeno. Debe ser mantenido por debajo de 90 ppm para obtener un acero con un contenido de precipitados que no disminuya la tenacidad del material.
En conclusión, se pudo determinar que el material requerido debe contener en porcentaje en peso los siguientes elementos: C 0,08 a 0,14; Mn 1,20 a 1,35; Si 0,35 máx.; P 0,02 máx.; S 0,003 máx.; Mo 0,10 a 0,30; Cr 0,10 a 0,30; V 0,05 a 0,10; Nb 0,20 a 0,035; Ni 0,20 a 0,45; Al 0,015 a 0,040; Ti 0,020 máx.; Cu 0,20 máx; N 0,09 máx. Solucionados el proceso de fabricación y la composición química del material, el siguiente reto fue el de lograr un producto con pared de espes'or considerable, toda vez que durante el proceso de maquinado para la formación de la o las pestañas en el collarín se reduce bastante el espesor de pared de la pieza original y se re-
quiere en el collarín final un mínimo de espesor, al menos, el espesor del tubo al que se soldará dicha pieza.
Y es que la producción de una pieza de pared gruesa significa cierta problemática particular. Por ejemplo en el tratamiento térmico la transferencia de calor en las piezas muy gruesas es modificada sustancialmente con respecto de las de grosor de pared normal. El ascenso o descenso de las temperaturas de ias piezas de pared normal es más rápido y homogéneo.
Otra vertiente del invento, se propone determinar un tratamiento térmico para realizar un material con la composición química descrita, el espesor de pared requerido y las características mecánicas deseadas.
Los parámetros de temperatura de austenizado, temperatura de revenido y tiempos de permanencia en los hornos se tuvieron que analizar al detalle para lograr cumplir con los requerimientos mecánicos.
Durante el tratamiento térmico, la pieza primero es calentada en un horno de austenizado, hasta una temperatura superior a Ac3. El inventor ha encontrado que para la composición química descrita anteriormente y para el rango de espesores en cuestión, es necesaria una temperatura de austenizado entre 910 y 950 βC. Este rango es lo suficientemente amplio como para lograr una correcta disolución
de carburos en la matriz y promover un tamaño de grano tal que permita obtener altas resistencias en estos espesores, preferiblemente el tamaño de grano austenítico debe ser mínimo de 9 a 10 ASTM.
Una vez que el tubo sale del horno de austenizado, es sometido inmediatamente a un temple externo-interno en una tina en donde el medio templante es agua.
El paso siguiente es el tratamiento de revenido, proceso tal que otorga la mícroestructura final a la pieza. Dicha microestructura es la que dará las características mecánicas y de corrosión al material.
Por lo descrito anteriormente y para lograr las propiedades que debe poseer el collarín, la temperatura de revenido debe ser entre 630 y 690 "C.
Aunque para efectos de descripción se haya mencionado un orden en la determinación de las condiciones de las diferentes operaciones que nos llevan al resultado final, en la práctica, los parámetros que caracterizan estas etapas fueron determinados en otro orden cronológico. Un ejemplo de esto lo tenemos en la situación en que se tenía una- cierta composición química que aparentemente podía dar el resultado deseado y al tratar de determinar el tratamiento térmico se concluía que debía de hacerse variar la composición.
Por lo anterior, aunque siguiendo un cierto orden en esta exposición, la determinación de las cualidades mecánicas adecuadas para el material con el que se va a manufacturar el collarín, requirió de un trabajo intelectual y de experimentación extenso. No se trataba de hacerlo con una extrema resistencia a la fluencia o con una tenacidad elevada sino que debía tener una relación adecuada de los niveles de todas las propiedades mecánicas requeridas.
Apoyando lo anterior diremos que la mejora de algunas de ciertas propiedades en la pieza significa el deterioro de otras, por lo que se debió desarrollar un material con un buen balance entre resistencia, tenacidad y resistencia a la corrosión.
El inventor encontró que el mejor balance de propiedades que per- mitiera cumplir los objetivos propuestos era ei siguiente:
Resistencia a la fluencia (YS) a temperatura ambiente ≥ 52 Ksi Resistencia a la fluencia (YS) a 93 °C > 52 Ksi Resistencia a la rotura (UTS) a temperatura ambiente ≥ 66 ksi Resistencia a la rotura (UTS) a 93 °C > 66 ksi
Alargamiento mínimo (% en 2 ") < 20 % Relación Fluencia/Rotura ≤ 0,88 Dureza < 248 HV10
Energía absorbida >_ 100 Joules a una temperatura de 0°C.
Resistencia a la corrosión medida por el ensayo HIC de acuerdo a
la norma NACE TM0284 con solución A y B. Cumpliendo un criterio de aceptación con la solución A de 5 % Máx. para CTR, 15 % Máx. para CLR y 1,5 % Máx. para CSR.
El criterio de no grietas al exponer el material a la solución B de la norma NACE TM0284.
El próximo paso en la fabricación del collarín es la fabricación de la pieza sólida desde la cual se ιabricará el tubo madre y luego el collarín.
El acero con la composición química descrita es conformado en barras sólidas mediante su colado en lingoteras de geometría poligonal o cilindrica, o barra de colada continua. Luego el lingote o la barra es calentada a la temperatura adecuada y sometido a un pér- forado en prensa de perforación. El vaso así obtenido consta de un cilindro hueco, con un fondo o tapa en uno de los lados, en donde se concentran todas las impurezas arrastradas por el punzón de perforación que se encontraban en el centro del linote. Este vaso es luego alargado y completada su perforación mediante una má- quina llamada alargadora. El alargado así obtenido es laminado para obtener el tubo madre en una máquina que se llama laminador a paso de Peregrino. Luego de este proceso se obtiene una pieza que posee una campana en uno de sus extremos, la cual contiene las impurezas provenientes del fondo del vaso. Esta parte es cortada con una cierra para obtener la pieza cilindrica hueca final.
La parte descartada contiene todas las impurezas generadas durante el proceso de fabricación del acero, por lo cual la pieza obtenida se encuentra, en gran medida, libre de estas.
El tubo madre que sale del peregrino puede ser o no calibrado, para finalmente ser maquinado hasta sus dimensiones finales.
A continuación se describe el mejor método para llevar a cabo la invención.
Se prepara la carga metálica en función de los elementos constitutivos y se funde en un horno de arco eléctrico. Durante la etapa de fusión de la carga hasta los 1550 °C, se lleva a cabo la desfosfora- ción del acero, posteriormente se desescorea y se forma una nueva escoria para reducir un poco el contenido de azufre. Finalmente se decarbura a los niveles desead.os y se vacía el acero líquido en la olla.
Durante la etapa de vaciado se agrega el aluminio para desoxidar el acero, así como las ferroaleaciones en una cantidad estimada para llegar al 80% de la composición final. Se realiza luego la desulfuración, se ajusta la colada en composición y temperatura para después ser enviada a la estación de degasificación al vacío donde se llevará a cabo la reducción de gases (H, N, O y S) y finalmente culminar el tratamiento con el agregado de CaSi para la flotación de. inclusiones.
Una vez lista la colada en composición y temperatura se envía a la máquina de colada continua o al colado en lingoteras para llevar a cabo la transformación del acero líquido en una barra sólida o lingote del diámetro requerido.
El acero así fabricado debe contener en porcentaje en peso los siguientes elementos: C 0,08 a 0,14; Mn 1,20 a 1,35; Si 0,35 máx.; P 0,02 máx.; S 0,003 máx.; Mo 0,10 a 0,30; Cr 0,10 a 0,30; V 0,05 a 0,10; Nb 0,020 a 0,035; Ni 0,20 a 0,45; Al 0,015 a 0,040; Ti 0,020 máx; Cu 0,20 máx; N 0,09 máx.
El paso siguiente es el recalentamiento de los lingotes de acero hasta la temperatura adecuada para su perforado y posterior laminación.
El perforado se realiza con una prensa de perforación y posteriormente se realiza el laminado en laminador a paso de peregrino. La pieza así obtenida es luego ajustada a sus dimensiones finales.
A continuación, el cilindro hueco es sometido a un tratamiento térmico de temple y revenido de acuerdo a Los parámetros detallados anteriormente. Luego se cortan las piezas al largo requerido.
Finalmente el cilindro hueco es maquinado para conferirle las di- mensiones finales según el diseño del collarín. Una etapa muy importante del proceso de fabricación del collarín es la de los contro-
les no destructivos, donde se comprueba la calidad del producto obtenido en términos de defectos. La inspección no destructiva por ultrasonido se efectúa en las piezas ya maquinadas. Adicionalmente puede efectuarse o no la inspección con partículas magnéticas para detección de defectos superficiales.
Ejemplos
A continuación se presentan, en forma de tabla, los ejemplos de aplicación de la presente invención.
La tabla 1 presenta las diferentes composiciones químicas en las que se basaron los trabajos que permitieron lograr la presente invención. La tabla 2 establece el efecto de esta composición química, con los tratamientos térmicos indicados, en las propiedades mecánicas y ante la corrosión del producto.
Por ejemplo, el acero 1 presenta una composición química tal como se indica en la Tabla 1, esto es, en porcentaje en peso, C: 0.10, Mn: 1.29, Si: 0.31, P: 0.014, S: 0.0019, Mo: 0.241, Cr: 0.15, V: 0.068, Nb: 0.026, Ni: 0.25, Al: 0.022, Ti: 0.013, Ca: 0.0022 y N:
0.0052.
A su vez, este mismo material es sometido a un tratamiento térmico de temple y revenido, según lo indicado en las columnas "T. Aust." Y "T. Rev." de la Tabla 2, es decir, T. Aust = 950 ΘC y T. Rev = 671
°C.
Esta misma pieza posee las propiedades indicadas en las columnas subsiguientes de la Tabla 2, para el mismo número de acero, es decir, un espesor (Espesor) de 56,5 mm, una resistencia a la fluencia (YS) de 74 Ksi, una resistencia a la rotura (UTS) de 88 Ksi, una re- lacíón entre la resistencia a la fluencia y la resistencia a la rotura
(YS/UTS) de 0,84, una resistencia a la fluencia medida a 93 ΘC de 70 Ksi, una resistencia a la rotura medida a 93 °C de 82 Ksi, una relación entre la resistencia a la fluencia y la resistencia a la rotura medida a 130 °C de 0,85, una energía absorbida -medida por en ensayo Charpy a una temperatura de 0 °C de 297 Joules, un área dúctil-frágil de 93 %, una microdureza de 213 HV10, y una resistencia a la corrosión medida por el ensayo HIC de acuerdo a la norma NACE TM0284 con solución A que garantiza los siguientes valores de valores de CTR 5 % Máx. 15 % Máx. para CLR y 1,5 % Máx. para CSR. Ninguna grieta fue encontrada en el material después de su exposición a la solución B.
El invento ha sido descrito suficientemente como para que una persona con conocimientos medios en la materia pueda reproducirlo y obtener los resultados que mencionamos en la presente invención. Sin embargo, cualquier perso-na hábil en el campo de la técnica que compete el presente invento puede ser capaz de hacer modificaciones no descritas en la presente solicitud, pero si para la aplicación de estas modificaciones en un material determinado o en el proceso de manufactura del mismo, se requiere de la materia reclamada en las siguientes reivindicaciones, dicho material y el proceso deberán ser comprendidos dentro del alcance de la invención.